El delegado de la agencia EFE en Argelia, Libia y Túnez, Javier Martín, ha sido galardonado este viernes con el XXXV Premio Cirilo Rodríguez para corresponsales y enviados especiales.
El jurado ha destacado de Javier Martín, que ya había sido finalista de estos premios en otras dos ocasiones, su amplia trayectoria como corresponsal en El Cairo, Teherán, Jerusalén y el Norte de África.
Asimismo, ha puesto en relieve su constante búsqueda de la verdad, su rigor y el amplio conocimiento de la región en la que trabaja, así como su apego a la calle y la honestidad que plasma en los relatos.
Además de periodista, Martín (Salamanca,1972) es Licenciado en Filología Árabe y Hebrea y autor de los libros «Estado Islámico. Geopolítica del caos», «Hizbulah. El brazo armado de Dios», «Los Hermanos Musulmanes» y «La Casa de Saud».
Esta la tercera vez que un corresponsal de EFE logra este premio, el más prestigioso para los periodistas españoles que ejercen su labor en el extranjero, tras obtenerlo en 1998 el impulsor de la primera delegación de Efe en los Balcanes Juan Fernández Elorriaga, y en 2012 el coordinador de la mesa de edición de América de la agencia con sede en Bogotá Enrique Ibáñez.
Martín, que el último año ha realizado el primer reportaje trasmedia de la agencia, ha sido el único periodista extranjero que ha cubierto la revolución de Argelia y ha vivido el drama de los refugiados desde el interior del Aquarius.
El periodista ha asegurado que lo más importante es que este premio lo gana la Agencia EFE, un medio público.
Al respecto, ha querido destacar la «calidad» de los medios públicos españoles que cubren el derecho humano de todo ciudadano a ser informado, de modo que permiten a las democracias estar «más sanas, vigorosas, fuertes y potentes».
A pesar de que es un momento de precariedad y transición para los periodistas que tratan de adaptarse a los cambios de las nuevas tecnologías, Javier Martín ha animado a impulsar el periodismo de «calidad» conjuntando estas nuevas herramientas con las del periodismo tradicional, de reflexión y de contexto en el que el periodista tiene una visión global.
A su juicio, el periodismo internacional es la «base esencial» de las sociedades, y ha lamentado que a pesar de estar en la era de Internet las nuevas generaciones conozcan el mundo peor que hace décadas porque tener esta visión «ayuda a ser más conscientes y a entender el mundo».
La falta de contexto lleva a que discursos «radicales» y «fascistas» calen en las sociedades y hace que la gente no entienda que las personas que llegan por mar «no lo hacen para robar trabajo, sino huyendo de una realidad que les supera», ha apuntalado.
Las corresponsales de El País en Líbano y Siria, Natalia Sancha, y de El Periódico de Cataluña en Jerusalén, Ana Alba, han sido las dos finalistas de esta edición.
Sancha ha lamentado que el periodismo de guerra haya «ganado en precariedad y perdido glamour», sin embargo, este premio demuestra que los corresponsales son periodistas comprometidos a los que «les encanta vivir mil y una vidas en una sola», tal y como ha indicado.
Por su parte, Alba ha afirmado que para ser periodista hay que tener vocación, y ha recomendado a los estudiantes de esta carrera que si no ven en esta profesión como un pilar de la democracia y un servicio público que «se dediquen a otra cosa».
El ganador ha recibido 6.000 euros y la «Lente de la Tierra» fabricada por la Real Fábrica de Cristales de La Granja, mientras que las dos finalistas han sido premiadas con 1.000 euros y la misma pieza pero a menor escala.
Entre los galardonados con el Cirilo Rodríguez se encuentran Manu Leguineche, Diego Carcedo, Hermann Tertsch, Beatriz Iraburu, Juan Jesús Aznárez, Gervasio Sánchez, Pilar Bonet, Juan Fernández Elorriaga, Ramón Lobo, Juan Cierco, Javier Espinosa, Rosa María Calaf, Javier del Pino, Soledad Gallego-Díaz, Íñigo Domínguez, Juan Pedro Quiñonero, Mónica García o la ganadora de 2018 Cristina Sánchez.
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