El rey les ha recibido en el Salón de Audiencias, como en anteriores ocasiones, pero, en vez de hacerlo ante el tapiz que preside la sala, lo ha hecho ante la puerta que conduce a su despacho.
De esta manera, se ha suprimido el posado frontal ante los medios gráficos, que duraba unos segundos, y se ha limitado al momento en el que Felipe VI ha estrechado la mano de sus interlocutores y a la secuencia inmediata en la que han accedido al despacho.
El Palacio de la Zarzuela ha achacado a una mera cuestión formal el nuevo protocolo, que ha hecho que la imagen del saludo tuviera de fondo una de las ventanas que da a los jardines, en vez del tapiz que se ve habitualmente en los encuentros en el Salón de Audiencias.
El primero en citarse con el rey ha sido el «debutante» diputado del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), José María Mazón, que ha tomado el relevo del representante de Nueva Canarias Pedro Quevedo, ariete en las cinco rondas que Felipe VI había celebrado anteriormente, todas en 2016.
«He tenido el honor de ser el primer diputado que ha ido a la Zarzuela», ha subrayado Mazón en la posterior rueda de prensa en el Congreso.
El veterano político no ha llevado a Zarzuela anchoas, ni otros productos de la tierra, como sí hizo su «jefe», el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, cuando fue recibido por Felipe VI en julio de 2015.
El siguiente en ser recibido por el monarca ha sido el diputado de Compromís, Joan Baldoví, que ha acudido a la Zarzuela trajeado y con corbata.
Baldoví ha confesado que tuvo que comprarse el traje a última hora porque la confirmación del encuentro con el rey le pilló por sorpresa en el tren camino a Madrid, con vaqueros, camiseta y zapatillas.
«Si me viera mi madre», ha bromeado el diputado valenciano, que ya en la anterior ronda de consultas, en octubre de 2016, lució el traje que se había comprado hacía una semana para la boda de su hija.
Han prescindido de la corbata el representante de Equo, el ecologista Juantxo López de Uralde, y el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, ambos del grupo de Unidos Podemos, al igual que la gallega Yolanda Díaz.
La representante de Galicia En Común es otra de las que se estrena en la ronda de consultas, por lo que ha querido tener un detalle con el rey, al que ha regalado el poemario «Follas novas», de Rosalía de Castro.
En su dedicatoria, Díaz ha ensalzado la figura de la escritora gallega más universal, «un ejemplo humano y un símbolo cultural», y ha añadido que el libro es «un faro para este tiempo nuevo».
«Esperamos que su lectura ayude a comprender la realidad desde lo más profundo», concluía el mensaje dedicado al rey.
La tanda vespertina la ha abierto la canaria Ana Oramas, las más veterana en acudir a Zarzuela, como ella misma ha recordado a los medios, al haber sido la representante de CC desde 2008, por entonces, con Juan Carlos I.
Una de las imágenes anecdóticas que ha dejado la jornada ha sido la de la mano derecha de Felipe VI, en la que tenía dos tiritas, una en el dedo índice y otra en el meñique.
Ha sido en el apretón de manos a Oramas cuando se han observado los apósitos, que no tenía en los saludos de por la mañana y a los que Zarzuela ha restado cualquier importancia.
Garzón ha sido el penúltimo en ir a ver al «ciudadano Borbón», como ha vuelto a denominar al rey, con quien ha admitido tener diferencias ideológicas, pero también «una buena relación personal» después de haber participado en varias rondas de consultas.
A pesar de lo apretado de la agenda, todas las audiencias, programadas en intervalos de 45 minutos, se han desarrollado con exquisita puntualidad.
Mañana, será el turno de otros tres noveles, Laura Borrás (Junts per Catalunya), Jaume Asens (En Comú Podem) y Santiago Abascal (Vox), y completarán la ronda Pablo Iglesias (Podemos), Albert Rivera (Ciudadanos), Pablo Casado (PP) y Pedro Sánchez (PSOE).
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