Los miembros de la ponencia se han reunido para autorizar la solicitud de prórroga solicitada por varios de estos expertos para presentar este trabajo que se les encargó en septiembre del pasado año.
Todos los grupos parlamentarios han votado a favor de conceder esta prórroga excepto el PP, que se ha abstenido, según han confirmado a los medios de comunicación varios de los integrantes de las ponencia al término de la reunión que ha durado unos quince minutos.
Cada uno de los cinco grupos parlamentarios designó a un experto para elaborar este texto articulado de reforma del Estatuto de Autonomía que luego asumirían uno o varios grupos para su posterior tramitación como proposición de ley en la Cámara vasca.
Los expertos son Mikel Legarda (propuesto por el PNV), Iñigo Urrutia (EH Bildu), Arantxa Elizondo (Elkarrekin Podemos), Alberto López Basaguren (PSE-EE) y Jaime Ignacio del Burgo (PP).
El texto parte de las bases del acuerdo aprobadas en la ponencia por PNV y EH Bildu sobre el futuro marco legal que fueron rechazadas por PSE y PP, mientras que Elkarrekin Podemos únicamente apoyó el capítulo referido a los derechos de los ciudadanos y de la mujer.
Todos ellos reconocieron cuando asumieron este encargo de la dificultad de lograr un consenso sobre el texto dadas las posturas enfrentadas que mantuvieron los grupos durante los trabajos de la ponencia.
De hecho, EH Bildu, como ya anunció su coordinador general, Arnaldo Otegi, durante la pasada campaña electoral, ha asegurado que a través de Iñigo Urrutia presentará al resto de los expertos su propia propuesta de texto articulado para un nuevo estatus político ante el retraso de los trabajos.
Este texto de la coalición soberanista será «confidencial» ya que ese es el encargo que les hizo el Parlamento hasta que esté definido el texto, han confirmado fuentes de EH Bildu.
La Cámara de Vitoria pidió a los expertos que el borrador se hiciera en «congruencia» y de «conformidad con las bases y principios» aprobados por la ponencia, aunque desde el «respeto y salvaguarda» de esas bases podrán buscar «puntos de conexión» con los votos particulares del resto de los grupos por si «fuera posible» ampliar los consensos.
Entre los puntos más polémicos recogidos en el acuerdo de la ponencia ratificado por PNV y EH Bildu figura la diferenciación entre nacionalidad y ciudadanía, y una consulta ciudadana sobre el texto que aprobaría el Parlamento y que jurídicamente no tendría un carácter vinculante pero sí «un valor declarativo y habilitante esencial».
Una vez cumplido este trámite se iniciaría un proceso de negociación con el Estado para su encaje jurídico y tras la tramitación en las Cortes Generales, si fuera aprobada la ley, se procedería a su ratificación mediante referéndum.
Ayer el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, dijo que su formación aspira a que el PNV renuncie a esas bases pactadas con EH Bildu por ser un documento de «ruptura».
«Lo que se pretende hacer -añadió- no es una reforma del Estatuto de Gernika. Se pretende hacer un documento de ruptura que es lo que tienen firmado con EH Bildu.
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