«El fallo da esperanza y supone recuperar la confianza en la Justicia. En los últimos años muchas mujeres habían sentido un desapego absoluto y desconfianza, pensaban que el sistema no las iba a creer ni a proteger. Que sepan que este fallo es un mandato para todos los tribunales y por tanto estamos protegidas frente a la agresión», ha indicado la magistrada de Vigilancia Penitenciaria de las Palmas, Carla Vallejo.
El Supremo ha elevado este viernes por unanimidad de 9 a 15 años de prisión la condena contra los cinco miembros de La Manada al encuadrar los hechos ocurridos en los Sanfermines de 2016 en un «delito continuado de violación» y no en un abuso sexual con prevalimiento, como hicieron dos tribunales anteriores.
«Esto nos reconcilia con la Justicia, se restaura la Justicia con esta sentencia del Tribunal Supremo», ha subrayado la vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Altamira Gonzalo.
El alto tribunal ha elevado la condena a José Ángel Prenda, Jesús Escudero, Alfonso Jesús Cabezuelo, Antonio Manuel Guerrero y Ángel Boza a 15 años: además de la violación, los magistrados han apreciado las circunstancias agravantes de trato vejatorio a la víctima, de 18 años, y actuación conjunta de dos o más personas. En el caso de Guerrero, le condena a 2 años más por un delito de robo con intimidación.
Además de la pena de cárcel, el Supremo les impone la prohibición de acercarse a la víctima durante 20 años a una distancia inferior a los 500 metros así como la prohibición de comunicarse por cualquier medio con ella, y eleva a 100.000 euros la indemnización conjunta y solidaria a la joven. Sin olvidar los 8 años de libertad vigilada que la Sala les impone una vez cumplan la pena de cárcel.
La jueza Vallejo, socia fundadora de la Asociación de Mujeres Juezas de España, ha destacado que con esta decisión «y al menos dos resoluciones anteriores» más se sienta jurisprudencia y ratifica la doctrina «de una forma absolutamente pública y notoria».
Gonzalo también ha valorado la actuación de la sala de lo Penal del Supremo, que con sus últimas sentencia permiten que las mujeres se reconcilien con el sistema: «Estamos leyendo unas sentencias que nos reconfortan, ojalá esto sea extensible a otras áreas del derecho porque la justicia patriarcal afecta mucho al derecho penal pero también a otras muchas áreas porque la desigualdad es transversal».
A su juicio, esta sentencia permite que la víctima «vea reconocido el daño que se le causó», tanto en la violación, como por el fallo de la Audiencia de Navarra y el Tribunal Superior de Justicia de esa comunidad: «Espero que la Audiencia Provincial revise sus criterios y acomode sus sentencias a la jurisprudencia del Supremo».
Desde las asociaciones de mujeres han considerado también que este fallo lanza a las víctimas un mensaje de confianza en la Justicia. En este sentido, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro ha dicho que se ha subsanado «el gran error» que se había cometido.
«Esa resolución reforzaba la cultura de la violación», ha criticado Besteiro, quien ha incidido en que el Supremo con su resolución «traslada a los agresores el mensaje de la implicación de la Justicia con acabar con la violencia sexual».
A falta de conocerse el contenido completo de la sentencia, la directora de Fundación Mujeres, Marisa Soleto, ha aseverado que el fallo conocido este viernes «parece que no apunta a un juicio sumario sobre el comportamiento de la víctima a la hora de considerar el tema de la agresión».
«Es una buena noticia porque no son abusos, es violación», ha recalcado Soleto, quien ha confiado en que la decisión del alto tribunal «abra la posibilidad» de cambiar el Código Penal en lo relativo a los delitos sexuales para evitar la discrecionalidad de los tribunales.
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