Por el momento Sánchez no cuenta con los apoyos necesarios para sacar adelante la investidura, pero su intención es presentarse a ella en julio.
Una investidura fallida serviría, no obstante, para poner en marcha los plazos que conducirían a una nueva convocatoria de elecciones.
La negociación entre Pedro Sánchez y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, se encuentra bloqueada por la exigencia de éste de tener representación en el Consejo de Ministros, con lo que Sánchez sólo cuenta con el apoyo de los 123 diputados del PSOE y de los dos del PRC y Compromís.
Sánchez se presentará al debate de investidura en defensa de un gobierno «progresista, europeísta y moderado», para que España «avance» con un proyecto liderado por él que tenga «sentido de Estado».
El PSOE defiende que España «no tiene tiempo de perder» y que necesita un Gobierno «cuanto antes».
Por eso la fecha elegida por Sánchez para reunirse con Batet es la primera disponible en su agenda después de los compromisos internacionales que afrontará en de los próximos días, con la cumbre del G-20 en japón, y el Consejo Europeo Extraordinario de Bruselas.
Estrella Digital