jueves, noviembre 21, 2024
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Gabilondo (PSOE) desempolva el traje de candidato para presionar a Ciudadanos

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El resultado de las pasadas elecciones autonómicas dejó un sabor agridulce para Gabilondo, que pese a haber ganado tras 24 años de hegemonía del PP no tenía la mayoría suficiente para gobernar, a pesar de que cuenta con el apoyo de Más Madrid y Podemos.

La suma de los diputados de PP, Ciudadanos y Vox daba mayoría absoluta y todo apuntaba a que iba a repetirse en Madrid la fórmula de Andalucía, pero un mes después de la cita con las urnas las negociaciones a tres bandas entre los tres partidos de derechas siguen bloqueadas.

Fuentes de Vox y Ciudadanos coinciden al señalar que hay buena sintonía en sus respectivos contactos con el PP por separado, que ratifica esta afirmación, pero la formación naranja sigue sin querer contar con Vox para formar Gobierno.

El bloqueo ha ido a más esta semana tras la oferta de Vox para firmar con PP y Ciudadanos «un programa único» donde ha pedido incluir determinadas exigencias polémicas, como «suprimir las ayudas a los inmigrantes ilegales» y derogar artículos de las leyes LTGBI.

Mientras que la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, se ha mostrado dispuesta a negociar, el de Ciudadanos, Ignacio Aguado, ha sido tajante al asegurar que no va a haber un Gobierno en Madrid en esas condiciones.

Gabilondo ha aprovechado la tesitura para volverse a posicionar como candidato y presionar a Ciudadanos, al que ha invitado a negociar un acuerdo de investidura para conseguir la tan ansiada regeneración en la Comunidad de Madrid.

El socialista es consciente de que su propuesta tiene muy pocas posibilidades de prosperar, ya que Ciudadanos ha dejado claro su veto al PSOE desde antes incluso de la campaña electoral.

De hecho, tras la oferta de Gabilondo el propio Aguado ha recalcado que no tiene «interés ni intención» de que gobierne la izquierda en Madrid.

Además, ha pedido al PSOE su abstención para que salga adelante un Gobierno de coalición entre el PP y Ciudadanos, una opción que tampoco parece probable por las diferencias ideológicas entre los socialistas y la formación naranja.

Con todo, Gabilondo mantiene su tira y afloja con Ciudadanos y asegura que es la única alternativa viable para presidir la Comunidad de Madrid «salvo que se quiera incluir a Vox» y los números le dan la razón, al menos en parte.

El próximo 11 de julio es la fecha tope para la celebración del pleno de investidura de un candidato a presidente en la Asamblea de Madrid.

El presidente de la Asamblea, Juan Trinidad, de Ciudadanos, empieza este lunes la ronda de contactos para proponer un nombre en función del que previsiblemente tenga mayor número de apoyos.

Para que salga adelante la investidura de un candidato es necesaria la mayoría absoluta en la primera votación y, de no conseguirlo, mayoría simple en la segunda, es decir, más votos a favor que en contra.

Los diputados de PP (30), Ciudadanos (26) y Vox (12) suman mayoría absoluta con 68 escaños frente a los 64 que aglutinan el PSOE (37), Más Madrid (20) y Podemos (7).

El nombre de la popular Isabel Díaz Ayuso, que ejerce de intermediaria entre Ciudadanos y Vox, es el que a priori tiene más posibilidades para intentar una investidura.

Si los tres partidos de la derecha no alcanzan un pacto, la única alternativa es conseguir la mayoría simple con la abstención de algún grupo de la izquierda, algo que tratándose del PP sería prácticamente imposible.

En el caso de que el candidato propuesto fuera Gabilondo, hay más posibilidades de que su investidura sea fallida porque no tiene opción de aglutinar una mayoría absoluta y para una simple necesitaría la abstención de al menos Ciudadanos, además del apoyo de Más Madrid y Podemos.

Aunque la formación naranja tiene aspiraciones de hacerse con el Gobierno regional, su papel como tercera fuerza está más destinado a ofrecer la llave de la gobernabilidad a alguno de los dos partidos que durante años han sido eternos rivales: PP o PSOE.

Los grupos parlamentarios tienen dos meses para conseguir un acuerdo e intentar sucesivas investiduras. Si no lo logran, el 11 de septiembre habría que repetir las elecciones autonómicas.

La repetición electoral no interesa a prácticamente ningún partido y menos aún a los del bloque de derecha, que seguramente apuren los tiempos para cerrar un pacto, como ya hicieron con las negociaciones para configurar la Mesa de la Asamblea. 

Estrella Digital

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