En declaraciones a la Cadena SER, Borrell ha rehusado una y otra vez responder a preguntas «por respeto al Parlamento» que debe confirmarle en el cargo tras pasar por un «examen» de la Cámara para determinar su preparación e idoneidad para el cargo.
«Quien es solo propuesto no puede actuar como si estuviera ya dispuesto», ha respondido al ser preguntado por la próxima presidenta de la Comisión, por Irán o por Venezuela.
Sí ha explicado su posición en contra de que las decisiones políticas de la Unión Europea -especialmente las de política exterior- se tomen por unanimidad para impulsar la proyección de Europa en el mundo.
Así, ha argumentado que «si queremos avanzar en una Unión más efectiva y más política» sería bueno acordar que las decisiones se tomen por una mayoría cualificada que permita más agilidad y rapidez.
Preguntado por los constantes viajes a los que le obligarán sus nuevas responsabilidades, Borrell ha señalado que como ministro ha realizado unos 40 viajes y que, en cualquier caso, gracias a las nuevas tecnologías de comunicación «quizás no haga falta viajar tanto».
Borrell no ha querido valorar los resultados obtenidos por el presidente en funciones, Pedro Sánchez, como negociador de los socialistas europeos en el reparto de puestos ya que no ha tenido ocasión de hablar con él por encontrarse en Panamá acompañando al rey en un viaje oficial.
El ministro tampoco ha sabido responder si ya ha recibido la felicitación de Pablo Casado o Albert Rivera, ya que ha recibido tantas -ha dicho- que aún no ha sido capaz de verlas todas.
Finalmente, sobre el hecho de que eurodiputados británicos dieran ayer la espalda a la Cámara cuando sonó el himno de Europa en el Parlamento, Borrell ha asegurado que tampoco lo vio, pero le produjo «la lógica tristeza».
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