Primero en las redes sociales y luego en un acto de su partido sobre la gestación subrogada, Arrimadas ha arremetido contra Grande-Marlaska, el PSOE y Podemos por actuar como el independentismo catalán y alentar los insultos y el lanzamiento de objetos contra los cargos de Cs que acudieron a la manifestación.
«Es lo mismo que el nacionalismo. Los partidos apuntan, señalan, ponen en la diana y luego, en la calle, vienen cuatro radicales a agredirnos y a querer que nos quedemos en nuestra casa», ha denunciado la portavoz parlamentaria de la formación naranja.
Grande-Marlaska afirmó ayer que es ilusorio pensar que no va a tener consecuencias «pactar con quien de una forma descarada, incluso obscena, trata de limitar los derechos humanos», en alusión al apoyo de Vox a la coalición de PP y Cs en el Ayuntamiento de Madrid.
A juicio de Arrimadas, el titular de Interior demuestra con estas palabras que es «la versión sanchista de Torra con el ‘apreteu’ a los radicales de los CDR».
«Es una vergüenza y esto es el sanchismo», se ha quejado la dirigente de Cs, quien ha exigido la dimisión inmediata del ministro del Interior en funciones.
Arrimadas ha culpado de los incidentes ocurridos en la marcha del Orgullo a «un grupo organizado», pero «calentado por PSOE, Podemos y ministros del gobierno sanchista».
En su opinión, utilizar la bandera LGTBI para atacar a personas por su ideología es «el colmo de la hipocresía».
«Nadie ha salido del armario por su condición sexual para tener que meterse en otro armario por su ideología o el partido al que vota», ha advertido.
Frente a los «sectarios» del PSOE y de Podemos que «se creen que España es suya y que el Orgullo y el 8 de marzo son suyos, como los nacionalistas con Cataluña», ha garantizado que su partido «no se va a callar, ni se va a ir de ningún sitio».
«Este partido nació en Cataluña para defender la libertad y lo vamos a seguir haciendo. Si se cree que nos vamos a quedar en casa, a meternos en un armario ideológico para adueñarse del Orgullo, es que no nos conocen», ha sentenciado.
Ha lamentado que ningún cargo del PSOE se haya solidarizado con los dirigentes de Cs que fueron atacados y que, en su lugar, hayan condenado las críticas al ministro.
También ha reprochado que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, guarde silencio cuando ella salió «llorando porque la llamaron puta y zorra» en otra protesta.
En el acto sobre la gestación subrogada celebrado en un hotel de Madrid, han participado otras dirigentes del partido naranja que se han sumado a la censura por lo ocurrido ayer.
La diputada Patricia Reyes ha asegurado que Cs «no va a permitir que Sánchez y su gobierno contaminen España» con una «estrategia parecida» al independentismo catalán.
«Se crean dos bloques opuestos, ellos son los buenos y el resto son los malos. No admiten la pluralidad de opinión, ni la diversidad. Eso es muy peligroso. Es lo más cercano al totalitarismo», ha censurado.
La también diputada de Cs Melisa Rodríguez ha relatado que los radicales les tiraron «agua, copas, pipí de personas, latas y cubitos de hielo».
Ha agradecido la protección que les brindaron los policías de paisano que estaban a su lado y que «se disculparon por no haber podido hacer más» hasta que llegaron los agentes uniformados.
«Cuando se decidió salir, es porque el dispositivo de seguridad había permitido que se convirtiera en una ratonera», ha comentado Rodríguez para criticar el operativo diseñado por Interior.
En la charla, también ha intervenido la consejera de Igualdad de Andalucía, Rocío Ruiz, quien ha revelado que es madre de un hijo homosexual que ha sufrido violencia y acoso, que «tuvo que salir del instituto y que le partieron la boca diciéndole maricón de mierda».
«Eso sí es homofobia», ha denunciado Ruiz, quien ha añadido que como «madre, mujer y ciudadana» va a seguir luchando «con más fuerza que nunca» por los derechos del colectivo LGTBI.
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