«Estamos convencidos de que vamos a alcanzar un acuerdo», ha afirmado la dirigente socialista, quien no obstante ha advertido a menos de dos días del inicio del pleno de debate de investidura en el congreso de los Diputados de que aún las dos partes tienen que hablar de «muchas cosas» sobre el Gobierno de coalición.
Entre ellas «por supuesto» está, según ha apostillado, la participación de miembros de Unidas Podemos en el Gobierno.
La dirigente socialista ha manifestado sus expectativas optimistas al día siguiente de que el líder de la formación morada, Pablo Iglesias, renunciara a entrar en el Ejecutivo, tras asumir el veto del presidente en funciones, que el jueves dijo que era el «escollo» para una coalición.
Según ha argumentado uno de los dirigentes de las confluencias con las que concurrió Podemos a las generales del 28 de abril, frente al personalismo del que le acusaba al PSOE, Iglesias se presenta ahora como un ejemplo de humildad y, lo que es más importante -según este relato- deja al PSOE sin margen para justificar otra ruptura.
Fuentes de la cúpula de Podemos han apuntado a Efe que su decisión ha sido muy bien acogida en su entorno y creen que el paso de su líder permitirá desbloquear las negociaciones y pactar el Gobierno de coalición, frente a otras fuentes del partido más pesimistas que piensan que a pesar de ello no habrá acuerdo.
En cualquier caso, todos coinciden en que hay una oportunidad, aunque queda poco tiempo para lograrlo.
Para avanzar en este sentido, PSOE y Podemos van a trabajar en las próximas horas y días, según ha sostenido Lastra, y lo harán «con discreción, lealtad y con el objetivo de que este país tenga la semana que viene un gobierno a pleno rendimiento».
También ha coincidido en ello el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, quien ha afirmado que los socialistas trabajarán «firmemente» para aprovechar la «ventana de oportunidad» de modo que pronto haya un Gobierno «progresista» en España «que no necesite del apoyo de los independentistas».
Fuentes de la cúpula de Podemos piden que las reuniones se celebren «lo antes posible». De lo contrario, apuntan, podría parecer que se están buscando nuevas excusas para no alcanzar un acuerdo sobre el que se pronunciará en los dos próximos días la militancia de IU, como ya hizo Podemos a lo largo de la semana.
Los últimos movimientos entre PSOE y Podemos los ha visto el presidente del PP, Pablo Casado, con preocupación porque, en su opinión, la «incierta investidura» de Sánchez pueda «cerrarse de mala a manera».
Para Casado, que ha participado en un acto político en Vitoria, este acercamiento es como una «simulación de novedad para hacer lo previsible: que el PSOE pueda pactar con quien lleva pactando todo el mes».
Por ello, ha lamentado que después de un año en lo que ha calificado como «rueda del hámster del calendario electoral», España continúe «fuera de la normalidad política con una investidura incierta» que además puede «cerrarse de mala manera».
Para la portavoz nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, se está produciendo una pelea «por sillones» y Sánchez e Iglesias protagonizan «el culebrón del verano».
En un acto de Jóvenes Ciudadanos en Santander, Arrimadas ha insistido en que su partido no apoyará a Sánchez porque no quiere subidas de impuestos a las familias ni desea que se mire «a otro lado» con lo que, ha dicho, «está pasando en Cataluña».
Redacción