En su última intervención en el debate de investidura, Sánchez ha admitido que corre el riesgo de ser el primer candidato que sufre dos investiduras fallidas y ha lamentado que en esta ocasión pueda deberse al «mismo obstáculo» que en 2016, en clara alusión a la posibilidad de que Unidas Podemos no le apoye.
En cualquier caso ha hecho un último llamamiento a la «generosidad» del partido de Pablo Iglesias para lograr un acuerdo y ha vuelto a pedir al PP y a Ciudadanos su abstención.
Se ha dirigido, además, a todo el hemiciclo para pedir el respaldo y prometer «gobierno, estabilidad y legislatura».
Pedro Sánchez ha expresado su esperanza en los 350 diputados del Congreso y pese a «la imagen» que se ha podido dar en el «debate encendido» de estos dos días, ha reivindicado la «capacidad de acuerdo de la clase política española».
«La tengo, la tenemos» esa capacidad, ha continuado el líder socialista, quien ha insistido en que uno de los «problemas» que evita la investidura es «estructural» y por eso ha insistido en defender su propuesta de una reforma constitucional que evite el bloqueo.
Después ha hablado de los obstáculos coyunturales para la investidura y se ha dirigido una última vez a los demás partidos, primero al PP y a Ciudadanos para pedirles su abstención y después a Podemos para reclamar el acuerdo.
Así, ha apelado a la «responsabilidad» de los populares, ha reclamado a Ciudadanos que «deje el sectarismo» y ha pedido «generosidad» a Podemos para conseguir su apoyo.
Se ha mostrado convencido de que una vez investido podrá llegar «a muchos acuerdos» con las demás fuerzas pero ha insistido en que ahora lo importante es que España tenga gobierno y la democracia «empiece a funcionar de manera plena», con un Ejecutivo y su oposición.
Y si la disyuntiva es legislatura sí o no, estabilidad y elecciones, Sánchez ha asegurado que él por su parte lo que quiere es «Gobierno, estabilidad y legislatura», y eso es lo mismo que pide a los demás.
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