En la propuesta «en defensa de los derechos fundamentales y en denuncia de la represión», ERC aboga porque la cámara legislativa catalana se pronuncie a favor de la libertad de expresión y los derechos de manifestación y reunión «amenazados por el autoritarismo judicial» y «con el encarcelamiento» de líderes independentistas.
También critica «la indiferencia» de los Estados europeos ante el drama que viven los refugiados en el Mediterráneo, y «la causa general contra el independentismo» impulsada «por el poder político, ejecutada por el poder judicial y amparada por la cobertura mediática de los grandes medios».
ERC propone reclamar el derecho al voto, el derecho a la autodeterminación de Cataluña, así como otros derechos de carácter social como el de tener una vivienda digna, o el de huelga.
En otro punto de las resoluciones de ERC se condena cualquier connivencia de los partidos democráticos con organizaciones de extrema derecha «como Vox, entre otras».
Con respecto al juicio del «procés», se advierte que sea cual sea la sentencia, el pueblo catalán «nunca renunciará a sus derechos», y finalmente «reafirma el compromiso con los valores republicanos y la apuesta del Parlament por la abolición de una institución caduca y antidemocrática como la monarquía».
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