«Puede ser esta semana, la que viene… Ya no lo sé, no depende del PP», ha comentado Ayuso a los medios a su llegada a la Junta Directiva Nacional del PP, y ha agregado que podrá ser nombrada candidata a la investidura «en el momento en el que Vox» confirme que «apoya» su postulación.
Ayuso se ha declarado «optimista» ante sus perspectivas de ser investida presidenta, y ha subrayado que PP, Ciudadanos y Vox están «más obligados que nunca» a entenderse a la vista de los pactos suscritos por el PSOE «en según qué comunidades autónomas con los independentistas, con todos aquellos que quieren romper la unidad de nuestro país».
Para que la investidura de Ayuso salga adelante necesita el apoyo de los 12 diputados de Vox, dado que la suma de 56 escaños que acumulan el PP (30) y Ciudadanos (26), que ya han firmado un pacto para gobernar en coalición, es insuficiente.
El pasado viernes, Ayuso se mantuvo su última reunión hasta el momento con la líder madrileña de Vox, Rocío Monasterio, un encuentro al que también estaba convocado el portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, que optó por no asistir.
El jueves, el PP había hecho pública su nueva oferta para investir como presidenta a Ayuso, en la que rebaja y elimina algunas exigencias planteadas por Vox en temas como la inmigración y las leyes LGTBI, y convocó a Ciudadanos y Vox a una cita para seguir trabajando sobre ese texto.
Aguado ha señalado este martes que Ciudadanos está a la espera de que Vox le traslade una propuesta de acuerdo de investidura «definitivo y cerrado» y que sea «compatible» con el pacto para gobernar en coalición que ya han suscrito el PP y el partido naranja.
Por su parte, Ayuso ha recalcado que ahora no es momento «de firmas» ni «de sellos», sino de «voluntad política», y ha llamado a Ciudadanos y a Vox a habilitar su investidura lo antes posible.
Si ningún candidato consiguiera la investidura antes del 10 de septiembre, volverían a celebrarse elecciones autonómicas el 10 de noviembre.
Estrella Digital