El lunes y el martes tendrá lugar la ronda de contactos previa a la convocatoria del pleno de investidura de Isabel Díaz Ayuso como presidenta de la Comunidad de Madrid. Aunque todavía no tiene fecha, será en agosto, un momento en el que, normalmente, el funcionamiento de la Cámara se reduce al mínimo.
Junto a enero y julio, agosto es uno de los tres meses del año que están al margen de los periodos de sesiones ordinarias de la Asamblea, pero entre ellos es, sin duda, el de mayor paralización de la actividad parlamentaria.
De hecho, apenas existen precedentes equiparables a la celebración de una investidura en agosto; en la última década, las únicas sesiones que el Parlamento convocó en este mes fueron dos plenos de la Diputación Permanente (2009 y 2013) y una comisión de Políticas Sociales y Familia (2017).
El único caso similar que se recuerda desde el traslado de la Asamblea a su actual sede de Vallecas, en 1998, ocurrió en 2003, cuando las comparecencias de la comisión de investigación creada a raíz del escándalo Tamayazo se concentraron en julio y agosto.
El 25 de agosto de 2003 se produjo un pleno extraordinario para votar el dictamen de conclusiones de esta comisión; fue la última vez que todos los diputados fueron llamados al hemiciclo en medio de la temporada alta vacacional.
Aunque la situación política vivida este verano no ha sido, ni por asomo, tan convulsa como la crisis del Tamayazo, la incertidumbre sobre la fecha en que se producirá la investidura de Ayuso ha alterado la planificación tanto de los parlamentarios como de los trabajadores de la Cámara.
En lo que respecta a los diputados, muchos han ido posponiendo sus vacaciones a la espera de que se resolviera la formación de gobierno, si bien en los últimos días cada vez eran menos los que se dejaban ver por los pasillos de la Asamblea.
No en vano algunos grupos parlamentarios dieron instrucciones a sus miembros para que, en el supuesto de que se marcharan de Madrid durante algunos días, su destino estuviera a una distancia razonable de la capital, para garantizar su rápido retorno si fuera necesario.
Aun así, hay planes que no se pueden cambiar por mucho que uno quiera, como le ha pasado a la diputada de Más Madrid Tania Sánchez, quien ha pedido el voto telemático al encontrarse en las últimas semanas del embarazo de su primer hijo, según han confirmado fuentes del partido.
El Reglamento de la Asamblea establece que la Mesa, «atendidas las especiales circunstancias concurrentes», puede autorizar el ejercicio del voto telemático «en los casos de embarazo, maternidad, paternidad o enfermedad grave, debidamente acreditada».
Fuentes del PP han apuntado a Efe que, ante la posibilidad de que el pleno de investidura se convoque en los próximos días, su parlamentario Diego Sanjuanbenito, que está de luna de miel, también ha pedido acogerse a esta prerrogativa, con la esperanza de que la Mesa tenga en cuenta la excepcionalidad de la situación.
El carácter anómalo de este pleno de investidura en agosto se extiende más allá de los diputados, puesto que la Asamblea tendrá que movilizar una cantidad de personal anormal para esta época del año en los dos días, aún por definir, en los que se celebre la sesión.
Ujieres, taquígrafas, técnicos audiovisuales, personal de seguridad, cafetería y limpieza… un elevado número de empleados que tendrán que trabajar en jornadas extraordinarias para garantizar que la maquinaria de la Cámara funcione en una de sus citas más importantes de la legislatura que arranca.
Anular o retrasar unas vacaciones no suele ser del gusto de nadie, pero parece que a alguno, como a la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, no les molesta en exceso.
«Los españoles y los autónomos trabajábamos en verano y no nos pasaba nada y nos íbamos los fines de semana; me alegro que por primera vez los políticos y diputados, y en este caso estoy incluida, trabajemos en agosto para dar ejemplo a los españoles», declaraba el viernes en una entrevista en Telecinco.
El portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid y previsiblemente vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, ha improvisado una escapada a la playa estos días para tomar aire antes de comenzar una temporada parlamentaria que se prevé frenética.
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