Madrid, 8 ago (EFE).- La Policía Nacional lidera la lucha internacional contra el cultivo y el tráfico de marihuana con la puesta en marcha de la Operación Verde, que desde que se activó en febrero de 2019 ha dejado 814 personas detenidas, así como 300 plantaciones desmanteladas en toda España.
Según informa la Dirección General de la Policía en un comunicado, este operativo, pionero en Europa y que ha contado con el apoyo de Interpol y Europol, tiene como objetivo investigar organizaciones internacionales y nacionales especializadas en el narcotráfico de marihuana que están asentadas en España.
Más de 2.000 agentes de todo el territorio nacional especializados en la lucha contra el narcotráfico han formado parte de este proyecto por el que, además, se han intervenido 176.970 plantas de marihuana y se han incautado 4.516 kilos de esta sustancia, así como 5.487 kilos de hachís, 1.748 de cocaína y 13 de heroína.
Las operaciones llevadas a cabo han permitido concluir que el perjuicio económico por la defraudación de fluido eléctrico de las plantaciones, que se enganchan ilícitamente al tendido de la luz, asciende a una media de 1.769.700 euros por trimestre.
Además de la droga, los agentes que han intervenido en el plan han decomisado 197 vehículos, 1.559.992 euros, 2.645 yuanes, 1.500 libras, 44 armas cortas, 31 largas, 32 simuladas y 6 pistolas eléctricas.
El plan se implantó después de comprobar cómo se estaba incrementando en España el número de incautaciones de plantas de cannabis, en concreto un 538 % entre los años 2013 y 2017.
De las 176.165 plantas de marihuana aprehendidas en 2013 se pasó a 1.124.674 en 2017, un aumento que se extendió a Europa y otras partes del mundo, donde llegaba esta droga procedente de España a través de empresas de transporte.
Además, la Policía ha detectado un «perfeccionamiento progresivo» de las plantaciones «indoor» o bajo techo, con una producción más intensiva desde los puntos de vista cuantitativo y cualitativo.
Esto se debe, según la Policía, a las mejoras en la selección de semillas y a la gestión de los cultivos con sofisticados sistemas de fertilización, climatización y utilización de tecnología de última generación para una producción permanente de cannabis.
Asimismo, la implementación de útiles como reflectores, transformadores, cuadros eléctricos, balastros, sistemas de riegos y circuitos de ventilación están favoreciendo la producción de esta droga.
Y todo ello con el objetivo de exprimir al máximo la plantación y aumentar el rendimiento, lo que supone un incremento notable en los beneficios ilícitos, subraya la Policía.
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