El jurista ha respondido así al ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, quien ha asegurado que al capitán del barco «no le corresponde ejercer esa función» porque «no tiene capacidad jurídica» y ha interpretado la solicitud como una manera de «mantener la cuestión viva».
«El artículo 176 de Ley de Navegación Marítima de 2014 indica que el capitán es el representante del Estado a bordo y ejerce funciones públicas en alta mar», ha explicado a Efe el abogado, quien ha añadido que al ser menores no acompañados deben ser tutelados por el Estado.
Además, ha destacado que la Ley de Asilo «permite la facultad de solicitar esa protección internacional ante embajadas».
«El capitán con buen criterio ha hecho lo que tenía que hacer, pidiendo la evacuación de un grupo por razones médicas y luego esta solicitud de asilo para los más vulnerables, que son los menores no acompañados», ha valorado el jurista y profesor de Derecho Marítimo de la Universidad Politécnica de Cataluña.
También el fundador de la ONG, Oscar Camps, ha expresado su sorpresa por las palabras de Ábalos, que interpreta como «un pulso (débil) contra el Gobierno ultra del señor Salvini a costa de atacar a las ONG que operamos en aguas del Mediterráneo», afirma en Twitter.
La petición de asilo de los 31 menores que viajan solos, argumenta el abogado, se realiza «por razones humanitarias evidentes», porque «hay que entender el espacio pequeño en el que viven las 151 personas desde hace ya muchos días y el capitán entiende que los menores deben desembarcar», ha puntualizado.
Para el letrado se podría comprender que «al gobierno no le guste por razones políticas porque es un procedimiento sumario urgente», pero -destaca- existen «razones técnico jurídicas» que obligan a resolver la petición de asilo.
«La ley establece que el capitán es el representante del estado y ejerce funciones públicas, de notario, de registrador, de policía, de autoridad pública; es lo más sensato y con mayor sentido común que podría hacer para proteger a los menores», ha añadido.
Respecto a las condiciones meteorológicas, el abogado ha dicho que el Open Arms está atento al estado el mar y si aumentara el peligro para los ocupantes del buque se optaría por el desembarco en Malta de los 39 últimos rescatados bajo órdenes de la autoridad de ese país, lo que -admite- generaría un problema con el resto de los migrantes. «Son situaciones muy desesperadas y angustiosas».
«Está todo abierto en función de las circunstancias del mar; si el barco se va a hundir desembarcaríamos a los 39 últimos rescatados; el tema es muy serio y muy duro y aunque tengamos que vender a toda la organización se va a salvar a todas las vidas humanas, se va a hacer el máximo esfuerzo», ha concluido.
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