Tras un debate parlamentario de ocho horas, la ‘popular’ ha recibido el apoyo de su grupo, el de Ciudadanos y el de Vox, en total 68 diputados que le han permitido ser elegida en primera votación con mayoría absoluta, frente a los 64 noes de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos Izquierda Unida Madrid en Pie.
La presidenta regional electa, que tomará posesión de su cargo el próximo lunes, ha finalizado el debate denunciando al borde del llanto una campaña de «desprestigio» en su contra, por las informaciones que cuestionan el préstamo dado por Avalmadrid a una empresa participada al 50 % por su padre, ya fallecido.
La popular ha acusado a la izquierda de «traspasar una línea»: «meter por medio a la familia» y una persona, su padre, que «no está en vida para defenderse».
Según ha explicado, su familia, «de clase media» se arruinó en la crisis tras haber creado trabajo y puesto «en juego» el patrimonio de sus hijos y su padre, ha defendido, fue un hombre «bueno» y «trabajador» que estaría «orgulloso» de verla como presidenta.
Más Madrid ha anunciado tras el pleno que su partido llevará a la Fiscalía las informaciones que relacionan a Ayuso con Avalmadrid ante un posible alzamiento de bienes por parte de la popular por haber recibido dos inmuebles de su padre cuando éste era moroso, según publicó Infolibre.
En otra de sus intervenciones, la que será la jefa del primer Ejecutivo de coalición de la región, junto a Ciudadanos, ha pedido los votos de Vox «de manera humilde y sincera» y ha señalado que seguirá trabajando para buscar «puntos en común» con esta formación porque sabe que no tiene un «cheque en blanco».
La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, ha trasladado en su intervención al PP y a Ciudadanos que su partido «no renuncia a ninguno de sus contenidos programáticos».
«Nuestro compromiso con el PP y Ciudadanos acaba en el momento en el que comienza el de ustedes con nosotros, que es después de esta votación» (de investidura), ha subrayado en tono desafiante.
Ante las quejas de Monasterio, crítica con el «consenso progre» y el aumento de las consejerías (de nueve a trece), Ayuso ha subrayado que ambas están más unidas de lo que la izquierda quisiera.
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos y futuro vicepresidente, Ignacio Aguado, no ha criticado en ningún momento a Ayuso y ha destinado sus reproches a la izquierda por, a su juicio, tergiversar las 155 medidas pactadas con el PP.
De Vox se ha limitado a señalar que sus exigencias no eran incompatibles con lo ya acordado con los populares.
Durante el debate, Ayuso ha atacado al resto de sus adversarios políticos, sobre todo al líder de Más Madrid, Íñigo Errejón, al que ha tachado del personaje «más traidor de la política española» por su marcha de Podemos.
Además, lo ha acusado de tener las «manos manchadas de dictadura» y de ser cómplice de los dictadores latinoamericanos y el de Más Madrid le ha respondido expresándole su «miedo» a que sea presidenta quien no aguanta «15 minutos de debate».
Errejón ha pedido a Ayuso que utilice su tiempo ilimitado en el debate de investidura para aclarar entre otros asuntos las informaciones que la relacionan con la Púnica por sus contactos con el supuesto conseguidor de la trama, Alejandro de Pedro, asunto que no ha mencionado en ningún momento la popular.
También ha criticado a la recién investida presidenta el portavoz de los socialistas, Ángel Gabilondo, que ha abogado por un cambio político «con urgencia».
También ha afeado a Ciudadanos que ratifique un modelo «económico caduco y sin horizontes» que, a su juicio, perpetúa una fuerte «desigualdad».
Desde Unidas Podemos Izquierda Unida Madrid en Pie su portavoz, Isa Serra, ha acusado a Ayuso de «criarse entre corruptos» y dar continuidad al Gobierno de la expresidenta Esperanza Aguirre, de quien es «hija política».
Finalizado el debate, en el que ha estado respaldada por dirigentes del PP como Teodoro García Egea, Cayetana Álvarez de Toledo o el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, una Ayuso visiblemente emocionada ha recibido el aplauso de sus compañeros y los de los diputados de Ciudadanos y Vox.
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