Los datos provisionales hasta el pasado 11 de agosto proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) reflejan además que la cifra de 8.302 incendios es superior a la media de la década (7.910) y sitúa a 2019 como el quinto peor en número de fuegos tras 2012 (12.196); 2009 en el que hubo 10.841; 2017 con 9.697 fuegos, y 2011 con 9.330 incendios.
Las 57.697 hectáreas quemadas este año están por debajo de la media de los diez últimos años (59.889 hectáreas y lejos de las cifras del pasado 2018, el mejor de la última década en cuanto a extensión forestal quemada, con 17.894 hectáreas.
Los peores años de la década, hasta el momento, han sido 2012, con más de 12.000 fuegos y más de 165.000 hectáreas quemadas; 2009, con más de 10.800 incendios que quemaron casi 93.000 hectáreas; 2017, en el que más de 9.600 fuegos arrasaron unas 78.500 hectáreas, y 2015 con más de 8.000 sucesos y 70.127 hectáreas forestales quemadas.
Los años con menos superficie destruida fueron, por este orden: 2018 con 4.200 fuegos que destruyeron casi 18.000 hectáreas; 2013 en el que más de 5.100 incendios acabaron con unas 26.600 hectáreas forestales, y 2010 en el que más de 7.300 fuegos quemaron unas 30.100 hectáreas.
En cuanto a grandes incendios (mayores de 500 hectáreas) hasta el pasado 11 de agosto se habían producido 11, por debajo de los 13 de media de la década, lo que también sitúa el presente año como el quinto de la década tras 2009 y 2012 con 30 cada uno; 2017 con 16 grandes fuegos y 2015 con 13.
El mejor año en cuanto a grandes incendios fue el pasado 2018 en el que se produjeron tres, 2010 y 2011 con cinco cada uno; 2014 con seis, y 2013 con 8.
De los más de 8.300 fuegos acaecidos en este periodo de 2019, unos 5.300 fueron conatos (menos de una hectárea) y unos 2.940 incendios de más de una hectárea.
De los 57.697 hectáreas de superficie forestal quemada, 15.374 era superficie arbolada, unas 34.000 hectáreas eran de matorral y monte abierto y unas 8.350 hectáreas pasto y dehesas.
Además, de las 15.374 hectáreas de superficie arbolada quemada este año la mayor parte se ubica en la denominada zona noroeste, que comprende Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco y las provincias de León y Zamora con el 38,69 %; la zona del Mediterráneo (comunidades autónomas costeras con el mar Mediterráneo, incluyendo sus provincias interiores) con el 32,90 %; las comunidades interiores (no costeras, excepto las provincias de León y Zamora), con el 28,33 por ciento, y Canarias (0,07 %).
El 43,70 por ciento de los incendios registrados en lo que va de año se produjo en la zona noroeste; el 39,28 % en las denominadas comunidades interiores; el 16,53% en las del Mediterráneo y el 0,49% en Canarias.
Respecto al total de superficie forestal quemada, más del 52 % ardió en la zona noroeste, más del 30 % en las comunidades interiores, el 16 % en las del Mediterráneo y el 0,19 % en Canarias, según muestran las gráficas del Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales del Mapa.
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