En un comunicado tras esa reunión, la ARMH lamenta que en los quince meses de gobierno de Sánchez no se haya puesto en marcha la búsqueda de desaparecidos de la dictadura.
El documento niega «la afirmación del Gobierno» de que es necesario aprobar unos nuevos presupuestos para poder poner en marcha esa búsqueda, ni cambiar la ley.
«Basta -añade- con que el Gobierno asuma las recomendaciones de los dos informes de organismos del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU sobre España».
Entre sus exigencias, destaca la petición de que se haga un Plan de Búsqueda de Personas Desaparecidas por la Represión Franquista y la anulación de los sumarios que fueron resultado «del intento de la dictadura por disfrazar su represión de legalidad».
Piden que no se trasladen los restos del dictador Francisco Franco a un mausoleo en Mingorrubio, de titularidad pública y solicitan que se rinda homenaje y reconocimiento de Estado a todos los que lucharon contra el fascismo en España.
Reclaman un reconocimiento de los honores y recompensas recibidas por los miembros de las fuerzas de seguridad del Estado franquista y que les sean revocados y que se forme una comisión de estudio de los libros de texto para que «dejen de practicar el negacionismo» con respecto a los crímenes de la dictadura.
La asociación quiere que el Gobierno ponga todas las herramientas legales y sancionadoras para exigir la retirada de nomenclaturas, monumentos, placas y reconocimientos a representantes de la dictadura franquista, así como cualquier honor, condecoración, homenaje o predilección que hayan sido otorgados por las instituciones del Estado.
Exigen que el Estado tome medidas para recuperar la propiedad de toda la documentación «saqueada» por la Fundación Francisco Franco y que se eliminen todos los obstáculos políticos para que las víctimas de la dictadura franquista tengan acceso a la justicia.
Demandan que se abran todos los archivos que todavía contienen documentación relativa a la represión que no ha podido ser consultada ni conocida y que se desarrolle un Plan de Recogida de Testimonios que almacene y perpetúe la memoria de las personas que todavía pueden contar «la terrible historia de la dictadura».
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