Ayuso ha participado este domingo en un acto político en Ávila junto al presidente del PP, Pablo Casado; el presidente de la Junta y del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el presidente del PP de Ávila, Carlos García González.
«Vamos a pedir lo que es justo y necesario, la reforma del sistema de financiación y voy a pedir al presidente del Gobierno que no utilice la asfixia económica de las comunidades autonómicas para presionar a sus no socios y sacar adelante sus intereses», ha dicho la presidenta de Madrid.
Ayuso ha apostillado que los «no socios» gobiernan «con los sentimientos» y «a costa de los españoles», cuando «no tienen las manos manchadas de dictadura», mientras salen a la calle para «pontificar desde su superioridad moral quiénes son buenos y malos ciudadanos».
Asimismo, ha recriminado al partido socialista que su «forma de entender la política» es sinónimo de «prohibición y división», mientras que el PP aboga por construir «la ya mejor nación del mundo», que es España.
«La España del Partido Popular es la España autonómica, abierta, plural y tolerante, que no va a utilizar ese particularismo regional para dividir. Vamos a gestionar las comunidades autónomas como una gran familia, y construiremos país desde ahí», ha insistido la presidenta madrileña.
Ayuso ha defendido que presidir una comunidad autónoma es la «delegación de un pedacito de nación dentro del puzzle autonómico», por lo que «no puede ser una barrera» en España, sino que se debe trabajar para lograr un país «más libre e igualitario».
«Quien aspira a presidir Madrid, preside el corazón de España y tiene que abundar en los beneficios y oportunidad como el Brexit», ha afirmado y ha añadido que desde Madrid «se provechará todo lo que suponga inversión para trasladarlo al resto de España», ha asegurado.
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