En su escrito de acusación de una de las piezas del caso Defex, la relativa a adjudicaciones en Camerún, el fiscal sienta en el banquillo a Iglesias, al presidente del Grupo Aresa, Óscar López i Salvadó, y al director comercial de Deimos Space, Francisco Luque Ramírez, así como a Defex como persona jurídica y las otras dos empresas mencionadas.
Lo hace por delitos de corrupción en las transacciones comerciales internacionales, blanqueo, malversación y falsedad y pide penas de prisión de 23 años para Iglesias y 18 años para López y Luque, mientras que para las empresas reclama multas y decomisos de decenas de millones de euros por los dos primeros delitos.
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