Izquierda Socialista, corriente de opinión en el PSOE, reivindica un partido «claramente reubicado a la izquierda con una acción política de diálogo con las fuerzas y movimientos sociales».
En declaraciones, el exdiputado, miembro de IS-PSOE y presidente de la Fundación Alternativas, Manuel de la Rocha, ha subrayado la «preocupación» de militantes y simpatizantes socialistas de que tras las próximas elecciones se llegue a una alianza con Ciudadanos que «hoy está posicionada en actitudes claramente derechosas y, en algunos aspectos, reaccionarias».
A juicio de este exdiputado, el PSOE ha desaprovechado la «oportunidad» de llegar a un entendimiento con las fuerzas de la izquierda, bien con la fórmula del gobierno a la portuguesa (apoyo externo sin ministros) o gobierno de coalición.
Para Izquierda Socialista, ha llegado el momento de que el PSOE se ponga a servicio de la sociedad de «forma clara y rotunda», esforzándose «aún más» en hacer llegar sus propuestas al conjunto del electorado.
Y en este esfuerzo incluye a aquel electorado que «penaliza la falta de claridad en temas como la unidad territorial y la defensa de la Constitución», en alusión, sin nombrarlo, al electorado que se va a Unidas Podemos.
A 50 días de las elecciones, la dirección del PSOE ha activado a sus dirigentes y ha convocado para el 28 de septiembre al Comité Federal que acordará mandatar a la Comisión de listas y poner a punto un programa electoral con el que «persuadir» al electorado y conseguir armar esa mayoría parlamentaria que le permita formar un «gobierno progresista».
¿Y a qué electorado se dirige la dirección del PSOE para armar esa mayoría?. Según fuentes socialistas consultadas, los ‘trackings’ encargados por el partido sobre la intención de voto ponen la lupa sobre Cs, el partido con votantes menos fieles, de hecho sólo el 54 por ciento se mantiene leal al partido de Rivera.
Estas fuentes afirman que es a ese 46 por ciento de voto a quien el PSOE va dirigir su mensaje electoral, para seducirlos y conseguir engrosar los escaños socialistas.
El PSOE, el partido que según las encuestas tiene los votantes más fieles, saca pecho y se muestra convencido de que «no hay riesgo de fuga» y que los votos del 28 de abril siguen ahí porque el electorado ha entendido el mensaje de la estabilidad.
Y dado que por la izquierda, el PSOE «no ve mucho donde rascar», las esperanzas de los socialistas se centran en el centro izquierda de la formación naranja que, según estas fuentes, ya ha abierto las compuertas con la petición urgente de Rivera a Sánchez para reunirse pocas horas antes de que finalizasen las consultas al Rey.
En la nueva estrategia, la dirección del PSOE quiere marcar distancias con Unidas Podemos y con su líder, Pablo Iglesias, a quien culpa, junto a las formaciones de derecha, de «usurpar la victoria» del 28 de abril y de bloquear la investidura de Sánchez cuando no podían ofrecer alternativa.
Sin embargo y a diferencia de los pasados comicios, el PSOE ve ahora el «relato» más libre, no hay que hacer paralelismos con las municipales y autonómicas y pueden centrarse en estudiar el tablero y ver en qué caladeros pueden «pescar» con más éxito.
Y sobre el mensaje que se va a ofrecer esta vez al ciudadano, apenas cinco meses después de las última campaña, los socialistas insisten en la estabilidad, algo que comparten sus votantes, pero también recurrirán al trabajo pendiente, sobre todo las medidas sociales por implementar.
Esas 370 medidas, que el 2 de septiembre Sánchez expuso en un acto público que ofreció, sin éxito, a Unidas Podemos para llegar a un acuerdo de investidura y que estarán en el nuevo programa electoral socialista.
Estrella Digital