Desde el primer momento, afirma Villacís en una entrevista, no tenía ninguna intención de acordar un gobierno con Podemos y tampoco con Ciudadanos porque no se ha acercado ni una vez para negociar con ellos -sostiene- algún pacto que permitiera sacar la legislatura adelante.
«Fuimos nosotros los que salimos, que no somos los encargados de formar gobierno a plantearle tres condiciones», recuerda la vicealcaldesa sobre la propuesta que Cs puso sobre la mesa en el último momento para facilitar una abstención: «revertir la atrocidad de Navarra», estudiar la aplicación del 155 en Cataluña y no subir los impuestos.
Eran tres requisitos «perfectamente asumibles» y en consonancia con lo que piensan los españoles, asegura Villacís, para quien el candidato socialista «no ha hecho muchos esfuerzos por seducir a Ciudadanos. Ni muchísimo menos».
De esta manera argumenta la posición que ha defendido Ciudadanos todos estos meses, rechazando así tener alguna responsabilidad en el fracaso de la legislatura a pesar de que PSOE y Ciudadanos sumaban para sacar adelante la investidura de Sánchez (180 escaños en total).
Aunque ahora las distintas encuestas que se están manejando, incluida la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), pronostican caídas importantes en la formación de Albert Rivera, que pasaría a ser la cuarta fuerza, el tablero político podría quedar parecido tras el 10 de noviembre.
Y ante ese escenario, Villacís no aclara si Ciudadanos ratificará el «no» a Sánchez que aprobó la Ejecutiva antes de las pasadas elecciones del 28 de abril o quedará archivado por ahora.
Sobre la alianza electoral que insistentemente el PP pide a Ciudadanos para concurrir juntos el 10N, Villacís recalca que su partido no duda en que las sumas se harán después si es que dan los números, pero que ahora Cs tiene un proyecto «sólido, construido con autonomía y sustantividad suficiente para defenderlo en solitario».
España Suma, como quiere el PP, restaría, subraya Villacís, recordando que cuando IU y Podemos concurrieron juntos a las elecciones de 2016 perdieron un millón de votos.
«Creo que lo inteligente es sumar después», sostiene la vicealcaldesa, que tampoco ve oportuno trasladar la fórmula de Navarra Suma al País Vasco: «los procesos son distintos y son situaciones que no se pueden homologar por el hecho de que estén cerca o guarden ciertos parecidos.
Desde Cs, rechazan una y otra vez la apuesta de Pablo Casado porque están convencidos de que es una mala idea y ni siquiera la contemplan para Euskadi, un territorio en el que ninguno de los dos sacó escaño (el PP obtuvo el 7,44 % de los sufragios y Cs el 3,14 %) y donde el partido naranja no tiene ningún diputado autonómico y tampoco ningún concejal.
Por otro lado, Villacís contempla la irrupción de Íñigo Errejón sin ningún temor de que les pueda arrebatar algún voto: «no nos afecta de ninguna manera».
Lo que sí le afecta, señala, es como madrileña y por eso carga contra el líder del nuevo partido Más España por abogar en un vídeo -dice- por la creación de «instituciones populares donde refugiarse cuando gobierne el adversario».
Todos los días, asegura, ve delante de su mesa «esa estrategia de Errejón de tejer redes clientelares» que se puso en marcha durante el gobierno municipal de Manuela Carmena.
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