En su intervención en un acto político de JxCat frente al centro penitenciario de Lledoners (Barcelona), el presidente catalán ha afirmado que él «siempre» ha rechazado la violencia, eso sí, «cuando se ha producido».
«No podemos condenar lo que no existe porque nosotros no somos violentos», ha insistido, y ha añadido: «No tenemos ningún problema en condenar la violencia cuando se ha producido, pero no podemos caer en el marco al que nos quieren llevar, sencillamente».
Ha instado asimismo al Estado y a «los partidos que han apoyado el 155» a condenar la «violencia de Estado» durante las votaciones del 1 de octubre de 2017, que para él es «la única violencia que se debe condenar».
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