No obstante, ha advertido en una entrevista de que «la candidatura de Más País puede profundizar en cierta desmovilización o desmotivación a la hora de ir a votar», lo cual podría llevar al bloque progresista a «perder escaños» a raíz de su «división».
El regreso de Errejón a la escena nacional no es el primer cambio de rumbo del exnúmero dos de Podemos que afecta a Isa Serra (Madrid, 1989), que tras la marcha de aquel a Más Madrid tuvo que reemplazarle como cabeza de cartel del partido morado a las elecciones autonómicas, un «momento difícil» para ella y la formación.
Serra define a Errejón como «una persona muy astuta en política» que «siempre ha tenido voluntad de estar en un proyecto estatal», y si bien estima que «es libre para dar este salto», teme que pueda causar «desafección» por no quedarse en la Asamblea «defendiendo aquello para lo cual» pidió la «confianza» del electorado.
«Creo que quienes se ven perjudicados por que la política se entienda como un lugar por el que pasar (…) son los ciudadanos de la Comunidad de Madrid y, sobre todo, las instituciones», agrega, al tiempo que argumenta que la gente «no está harta de política», sino de que «cuando votan por un proyecto, sirva para poco».
Para la portavoz, la política «no es una cuestión de mercadotecnia» ni de «cálculo electoral», sino que debe tener «un proyecto político detrás», que en el caso de Podemos «está claro» y consiste en «abrir una grieta al bipartidismo para poner los derechos de la gente en el centro de las decisiones».
Y recalca que «habrá que preguntar» a Más País si los votos que reciban irán a parar a «un Gobierno de Ciudadanos con el PSOE», teniendo en cuenta que tras las elecciones autonómicas Errejón se ofreció a renunciar a entrar en un hipotético Gobierno socialista a cambio de una abstención del partido naranja que permitiera hacer presidente a Ángel Gabilondo.
Aún así, si la derecha se alza triunfante tras el 10N «la autocrítica habrá que hacerla desde todas las partes», apunta, antes de subrayar que, pese a sus posibles «pequeñas equivocaciones», su partido intentó hasta el final «llegar a un acuerdo» con Pedro Sánchez, un interlocutor que no compartió esa voluntad «en ningún momento» y siempre estuvo «mirando a la derecha».
«La frustración que hay a día de hoy por parte de mucha gente respecto a estas elecciones yo la comparto», asegura la diputada, a cuyo juicio «la responsabilidad principal» de la repetición electoral recae sobre el PSOE.
Eso lo demostró Sánchez, añade, cuando dijo «que no podría dormir por la noche si hubiese ministros de Podemos», un argumento que la política madrileña critica por «meritocrático» y por negar «la voluntad de los ciudadanos» que respaldaron al partido morado.
De cara a la campaña electoral, avisa: «Vamos a ver una y otra vez cómo Pedro Sánchez nos habla de estabilidad (…) y la estabilidad no puede consistir en que algunos políticos mantengan sus puestos, sino en que la gente tenga unas condiciones de vida estable».
En cualquier caso, confía en lograr «poner en marcha ese Gobierno de coalición de izquierdas» que impulse «las políticas que necesita este país», como garantizar «la vivienda», una «transición ecológica justa para las mayorías» o la «protección de las mujeres», y en evitar «que se restaure el bipartidismo y nos hagan retroceder».
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