Veinte de los veintitrés bailarines de la compañía más seis miembros de su equipo, entre ellos el sastre, el técnico de iluminación y el de sonido, fueron despedidos ese día aunque hasta hoy no lo han hecho público, ha explicado el abogado que les representa a todos ellos, Luis Hormeño, del Bufete Peláez & Hormeño.
Los otros trabajadores, «una chica extranjera que llevaba pocos meses, el hijo de Ullate, Josué, y su novia», no se han sumado a la demanda, ha precisado el letrado.
«Muchos de ellos llevaban 30 años en la compañía -creada en 1988- y empezaron como bailarines para luego asumir otras competencias como maestros o profesores», ha señalado Hormeño.
El bufete ya ha presentado la demanda de conciliación, un paso obligado antes de acudir a los juzgados de lo Social, ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC), aunque Hormeño duda de que se llegue a un acuerdo previo.
Los trabajadores, explica el bufete en un comunicado, se han visto «súbitamente privados de sus trabajos, sin motivo ni justificación, sin ser indemnizados ni finiquitados, adeudándoseles varias mensualidades y otros conceptos salariales».
Los ex trabajadores de Ullate expresan en esa nota su «malestar, indignación, impotencia y desmerecimiento» por el trato recibido por parte del bailarín y coreógrafo y la decisión de despido, comunicada «a través del esposo del señor Ullate y Director Artístico (de la compañía), Eduardo Lao».
Lao, según Hormeño, compareció el 2 de octubre acompañado de un abogado «y, sin justificación alguna, les comunicó el cierre de la empresa y su despido desde ese mismo día».
«Los trabajadores, no obstante, acudieron a su puesto de trabajo al día siguiente, no permitiéndoseles trabajar y ratificándoles el despido tácito efectuado el día 2 por Lao», indica el comunicado.
Los trabajadores, añade el bufete, llevan años «de plena dedicación a su trabajo, con jornadas de más de 60 horas semanales» y se han visto «súbitamente privados de sus trabajos, sin motivo ni justificación, sin ser indemnizados ni finiquitados, adeudándoseles varias mensualidades y otros conceptos salariales».
Desde 2009, la compañía estaba asociada a los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, de forma que tiene allí su residencia y puede usar sus salas de ensayo además de recibir una subvención del Gobierno regional de en torno al millón de euros.
El Ministerio de Cultura, a través del Instituto Nacional para las Artes Escénicas y la Música (Inaem), ha aportado desde 2002 a los proyectos del Ballet de Víctor Ullate más de 1,5 millones de euros.
«Me siento muy mal; cerrarla es un palo enorme», aseguraba el día 2 el coreógrafo y señalaba que mantendría abierta la escuela y la fundación que llevan su nombre.
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