Sánchez, que dará a conocer este domingo en un acto de precampaña en la localidad madrileña de Alcorcón su «Plan para avanzar y vencer al bloqueo», ofrecerá a los partidos un acuerdo que garantice en el futuro la investidura de un presidente de Gobierno, de modo que si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta será investido el que logre el mayor número de votos, un modelo similar al del País Vasco y Asturias.
También ofrecerá una suerte de paquete de pactos de Estado para la defensa de la democracia, la Constitución y la integridad territorial, un nuevo Pacto de Toledo que garantice mediante blindaje en la Carta Magna el sistema de pensiones y la actualización conforme al IPC y un compromiso en financiación autonómica y local, de lucha contra la despoblación y que asegure los servicios públicos.
Al objeto de conformar una mayoría progresista, Sánchez descarta el gobierno de coalición y subraya que ofrecerá «un acuerdo programático de gobierno a las fuerzas de la Cámara dispuestas a integrar una mayoría progresista, con el objetivo de conseguir no sólo su voto favorable a la investidura sino fórmulas de apoyo estable durante toda la legislatura.
Sánchez constata en ese plan que dado que las Cortes se constituirán el 3 de diciembre, «tras las preceptivas consultas al rey será posible convocar una sesión de investidura en la segunda quincena de diciembre». «El Gobierno deberá estar constituido antes de concluir el año y a tal fin se cancelaría la tradicional suspensión navideña del período de sesiones del Congreso de los Diputados», expone el plan.
Y subraya que la preceptiva aprobación del techo de gasto, paso previo a la ley general presupuestaria, se realizaría la segunda quincena de enero, y el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado estaría presentado para su tramitación en el primer trimestre de 2020.
En definitiva, Sánchez defiende que «una mayoría sólida del PSOE facilitaría las negociaciones y evitaría tentaciones de otras fuerzas de seguir bloqueando».
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