En una entrevista en Antena 3, Sánchez ha señalado que la Comunidad de Madrid tiene la fiscalidad que tiene -más baja que otras- porque puede permitírselo por el «efecto capitalidad» y el hecho de que en esta región se instalen las principales corporaciones.
Por eso Madrid ha continuado, tiene la fiscalidad que tiene y se puede «permitir el lujo» de suprimir el impuesto de sucesiones o el de donaciones, y eso «beneficia sobre todo, a los grandes patrimonios» pero «no a la clase media y trabajadora de este país».
Ha añadido que esa fiscalidad tiene «una repercusión muy negativa» sobre otros territorios, porque los grandes patrimonios se trasladan a Madrid y hacen que otras zonas dejen de ser «fuente de oportunidad».
Por eso, y porque considera que el «principal desafío» que hay que afrontar es la despoblación, Sánchez ha insistido: «Tendremos que armonizar y acabar con los dumpings fiscales».
El líder socialista también ha reconocido que los cambios fiscales que propone no van a gustar a las grandes corporaciones, porque se proponen que paguen un mínimo del 15 por ciento en sociedades, ya que en este momento el tipo efectivo -real- que pagan está por debajo del 10, es decir, «muy por debajo de lo que paga una Pequeña y Mediana Empresa en nuestro país»..
Además ha asegurado que los socialistas no van a tocar el IRPF porque entiende que la ciudadanía está «cansada de ver que aquellos que cobran por la nómina y aquellos que no tributan por rendimientos de capital sean siempre los paganos de las subidas de impuestos».
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