Casado, quien ha protagonizado un mitin en Madrid este mediodía, preparará el debate desde esta tarde y mañana en la sede del partido en la calle Génova, aunque ya estos días ha consultado con sus asesores sobre el tono que debe mantener en este encuentro a cinco.
Un tono que se prevé algo más duro que el de las últimas semanas, a juzgar por las críticas que hoy mismo ha lanzado contra Sánchez, a quien ha responsabilizado de la violencia que pueda producirse el día de las elecciones en Cataluña.
Según ha asegurado en el mitin, mañana en el debate pedirá a Sánchez que explique «por qué no aplica la Ley de Seguridad Nacional en Cataluña y por qué aún no ha mandado el requerimiento a Torra», previo a la aplicación del 155.
Dos medidas que le solicitó a Sánchez en su última reunión, junto con la de instar a Fiscalía a aplicar la ley ante los violentos en Cataluña, o romper los más de 40 pactos que el PSOE tiene con independentistas a nivel local.
Estas y otras preguntas son las que tiene previsto plantear al candidato socialista, que «ya que lleva cinco días encerrado preparando el debate».
Por parte del PP no han querido dar muchas pistas sobre la preparación del encuentro televisivo de mañana entre los cinco líderes, que no quieren considerar como decisivo, aunque saben que, como pasó en abril, puede servir para decantar el voto de los que aún están indecisos.
Pero lo que el líder de partido ha dejado claro es que el adversario a batir es Sánchez, con el que ya reclamó un debate cara a cara, por lo que lo más seguro es que evite confrontar con Ciudadanos y Vox, que podrían ser sus socios a partir del 10N si consiguen sumar los suficientes escaños.
Aparte del conflicto catalán, los ataques de Casado a Sánchez en el debate de mañana se centrarán en la situación económica, ante una crisis que el PP ve inminente y que considera que el presidente en funciones no está haciendo nada por evitar.
De hecho, el PP había solicitado que el debate a cinco se celebrase el martes, y no mañana, porque es el día 5 de noviembre cuando salen los datos del paro, una cifras con las que Casado cree tener sobrados argumentos para hacer reproches al candidato socialista.