El gerente de Magrudis, José Antonio Marín, y su hijo mayor, Sandro, son las dos personas que permanecen en la cárcel desde que el pasado 26 de septiembre la jueza de instrucción número 10 de Sevilla, Pilar Ordóñez, ordenara su ingreso por presuntos delitos contra la salud pública, tres homicidios por imprudencia grave, dos abortos y lesiones.
La Guardia Civil ha informado de la operación Monocy, una investigación que ha llevado a cabo el Seprona en coordinación con Europol y que ha determinado que los responsables de las empresas implicadas conocían la presencia de la listeria en sus productos desde finales del año pasado.
Según el instituto armado, los investigadores mantienen que al menos tres de los investigados sabían que un lote etiquetado con fecha de 20 de diciembre de 2018 había dado positivo en listeria.
Los responsables de la empresa no informaron a las autoridades competentes de este resultado. Además, tampoco ha quedado acreditada la retirada de estos productos afectados ni su destrucción, añade la Guardia Civil.
Para el instituto armado, este primer lote sería la causa de varios episodios de intoxicación en la provincia de Huelva.
La información recabada en los registros -de las empresas familiares y de los domicilios- confirmó las sospechas y amplió las pesquisas con la aparición de nuevos indicios. Así, el número de investigados aumentó entonces a ocho.
En total, se han intervenido 17 toneladas de productos que están siendo incinerados en una cementera de Jerez de la Frontera (Cádiz).
Del análisis inicial de la alerta sanitaria, se comprobó que el primer brote de intoxicación se produjo el 5 de agosto de este año en la provincia de Sevilla, aunque los primeros positivos de listeria no se detectaron hasta el 20 de agosto.
En el transcurso de la investigación los agentes del Seprona analizaron aspectos como la trazabilidad, elaboración, lote, registro sanitario o fecha de caducidad y observaron que la alerta sanitaria se correspondía con los productos cárnicos de la empresa investigada, Magrudis.
Los responsables de esta empresa ocultaron que elaboraban y envasaban productos de marca blanca para otra empresa, que los comercializaba como propios.
Uno de los aspectos fundamentales de la investigación ha sido el estudio realizado por personal técnico del Centro Nacional de Microbiología del Instituto Carlos III de Majadahonda (Madrid), sobre la cepa generadora del brote, recuerda la Guardia Civil.
Este informe vinculó la cepa encontrada en las instalaciones investigadas con los productos elaborados y las 193 personas intoxicadas.
Aunque la actividad de las empresas investigadas se centraba en España, cuatro miembros de una familia alemana resultaron intoxicados, al igual que un ciudadano de nacionalidad inglesa que se encontraba en Francia.
Por ello, al existir estas conexiones internacionales, la Guardia Civil ha contado con la colaboración de Europol en los registros domiciliarios, así como en el análisis de las comunicaciones.