En su intervención en el Comité Ejecutivo Autonómico del PP-A celebrado tras las elecciones generales, Moreno ha avisado de que el nuevo Ejecutivo central pretenderá hacer «una enmienda a la totalidad» a las políticas del Gobierno andaluz, formado por PP y Ciudadanos con el apoyo parlamentario de Vox.
Ha criticado que también vaya a ser un «gobierno drácula» que quiera «chupar la sangre en términos impositivos» y ha cuestionado si se van a revisar los impuestos cedidos a las comunidades para volver a cobrar el impuesto de Sucesiones en Andalucía, a la vez que se ha preguntado qué pasará con la financiación autonómica.
Moreno ha afirmado que desde Andalucía defenderán los intereses de la comunidad «con uñas y dientes», tanto en materia de financiación como en autonomía fiscal para bajar impuestos.
El compromiso del PP-A es «proteger a los andaluces» de la «inestabilidad general que algunos quieren imponer», ya que el presidente de la Junta cree que se abre un escenario «complejo y cargado de incertidumbre» que puede ahondar también en la ralentización económica por las recetas «trasnochadas» de Podemos.
«La investidura que está construyendo Sánchez va a en contra de los intereses generales de los españoles y del sentido común», ha opinado Moreno, quien ha emplazado al PSOE andaluz a aclarar si también van a «abrazar» a Adelante Andalucía en la comunidad y si van a aceptar todas las propuestas que «no se quieren desvelar».
Ha puesto en duda qué «cesiones» se van a hacer a los independentistas catalanes o al PNV para conseguir su apoyo y ha preguntado si Andalucía será uno de los territorios que van a ser «claramente perjudicados» por tener «un gobierno del cambio».
Moreno ha lamentado la «deriva» del PSOE, lejos del partido «con sentido de Estado» que dirigía Felipe González, y ha reclamado «luz y taquígrafos» para que haya «luz sobre tanta sombra» del acuerdo.
Ha criticado que se haya firmado el acuerdo de PSOE y Unidas Podemos menos de 48 horas después de las elecciones, por lo que ha puesto en duda si ya existía previamente y si había un pacto «secreto» del que todavía no se conoce «la letra pequeña».