El político popular ha hecho esta propuesta durante un debate en Barcelona organizado por la IV Convención Federalista por la Fundación Rafael Campalans -vinculada al PSC-, la Fundación Pablo Iglesias y la fundación Friedrich-Ebert, donde ha defendido este acuerdo como la manera de «resolver los problemas territoriales».
«Necesitamos un pacto entre fuerzas políticas (…) y si no nos entendemos nos irá francamente mal», ha aseverado antes de instar a formar una gobierno de coalición entre socialistas, populares y Cs «con una delimitación que pudiese atraer a otras formaciones».
Según Margallo, España requiere una reforma de la Constitución para que el Senado sea «en una cámara de representación de verdad» y que dé «lectura de aquellas leyes de contenido territorial».
Esta reforma, ha dicho, también serviría para modificar el régimen de financiación: «el Estado central tendría que recaudar los impuestos que están armonizados en la Unión Europea y en los que no cabe variación de ningún tipo, la renta, los gravámenes de rendimientos empresariales o el impuesto sobre los carburantes».
Y ha agregado: «todo el resto sería competencia de las comunidades autónomas para que financien los servicios que no son esenciales, como las embajadas en el extranjero, o mejorar el nivel que el estado no pueda asegurar».
Por otro lado, también ha sostenido que sólo ha existido «principio de autodeterminación» en la Unión Soviética, Yugoslavia y Checoslovaquia y ha garantizado que este derecho «no está consagrado en ninguna constitución» excepto en «Etiopía y la Isla de San Cristóbal y Nieve».
Por su parte, el diputado de Cs en el Parlament Nacho Martín se ha mostrado «preocupado» por el uso del término «pluralidad» en España ya que, a su juicio, se refiere a «bloques monolíticos homogéneos» y ha aseverado que «la inmensa mayoría de catalanes no quieren romper con el resto de españoles».
Asimismo, ha pedido que «no se confunda federalismo con confederalismo» ya que, tal como ha alertado, el segundo es «el paso previo a una ruptura definitiva y una forma de aplazar el problema» y ha subrayado: «No tratemos de contentar a aquellos que jamás querrán contentarse».