Una vez listo el desvío definitivo, los coches atravesarán el antiguo terreno de juego del Atlético de Madrid a una velocidad máxima de 50 kilómetros hora desde mañana y previsiblemente hasta finales de marzo, cuando el Ayuntamiento de Madrid espera que ya hayan acabado los trabajos para desmontar la grada.
La semana pasada comenzaron paulatinamente los desvíos de los carriles, efectuados en siete fases, y a partir de las 6 de la mañana de este lunes los cinco carriles de la M-30, antes separados por una barrera de hormigón, circularán por el Vicente Calderón.
El entorno es ya desconocido porque se han demolido las gradas ubicadas al norte, este y oeste, salvo la que reposa sobre una parte de la M-30. El tráfico volverá al trazado actual de la M-30, una vez derribada esta grada.
A finales de 2020 el tráfico volverá a desviarse, pues para entonces está previsto que arranquen los trabajos para cubrir la calzada y reconfigurar la M-30, una obra que acometerá el Consistorio y para la que el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida está redactando un nuevo proyecto.
El proyecto urbanístico del Mahou Calderón, pactado durante el anterior mandato de Manuela Carmena, contempla suelos de uso residencial de 33.339 metros cuadrados, donde se construirán edificios con 8 alturas de media en los terrenos del estadio y de la antigua fábrica de cerveza.