La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, ha visitado este lunes la sede de la UME en Torrejón de Ardoz, donde se concentra el grueso de los alrededor de 3.500 militares de esta unidad de las Fuerzas Armadas que interviene en caso de catástrofes y desastres naturales como inundaciones, tormentas o nevadas.
Según los datos ofrecidos, desde 2007 la UME ha intervenido en 33 casos relacionados con temporales invernales (entre 2 y 3 intervenciones al año) sobre todo en León, Burgos y Castellón, además de 381 en incendios forestales y otras 53 en inundaciones.
La última intervención, prematura para lo habitual, ha sido este mismo fin de semana, cuando 110 militares equipados con 45 vehículos han despejado de nieve carreteras del municipio leonés de Villablino y sus pedanías que habían afectado a 1.500 personas, de las que 200 se quedaron sin electricidad durante 24 horas.
Durante la campaña de temporales prevista entre el 1 de diciembre y el 15 de abril de 2020, la UME desplegará a 1.400 militares, con 15 quitanieves y un centenar de vehículos preparados para actuar en situaciones adversas, a los que este año se añade un vehículo todoterreno anfibio.
El jefe de esta unidad, el teniente general Luis Manuel Martínez Meijide, ha indicado que ahora la UME se prepara para un posible nuevo frente frío del noroeste.
Será, ha dicho, más suave que el anterior pero la intención es adelantarse a él para evitar que afecte a las autopistas como ocurrió el 6 de enero de 2018, cuando 244 efectivos acudieron a limpiar la AP-6 en lo que supuso la actuación más importante de esta unidad relacionada con las tormentas de invierno.
El tiempo de respuesta de la UME, ha explicado Meijide a los periodistas tras ofrecer a la ministra un resumen de la campaña, es de tan solo de una hora y media para llegar, por ejemplo, a pueblos de León, donde la población está aislada y el trabajo también consiste en «ir casa por casa llevando medicinas o forraje para el ganado después de unos días de aislamiento».
La ministra también ha destacado la labor de esta unidad, que tiene 14 años de vida y que, según Robles, «ha demostrado que está en los momentos difíciles con una absoluta preparación».
Para estar así de preparados, la UME desarrolla cada año un ejercicio que implica a entre 3.000 y 4.000 participantes de los tres ejércitos y que simula una gran emergencia de interés nacional, en la que esta unidad especializada asumiría el mando.
En 2020, ha avanzado Meijide, se hará en Canarias del 21 al 26 de marzo, donde se reproducirá un escenario de seísmo en la isla de Gran Canaria con una posterior erupción volcánica en Tenerife.
En este simulacro se tienen en cuenta aspectos tan diversos como la afección del desastre natural a bienes de interés cultural o a los suministros de energía, por lo que en él participan también especialistas del Ministerio de Cultura o de las grandes empresas energéticas españolas.