Alonso, en una entrevista en Radio Euskadi, ha señalado ese acuerdo como la «otra posibilidad» existente para afrontar la legislatura en España, distinta a la opción del dirigente socialista Pedro Sánchez de «abrazar» al líder de Podemos, Pablo Iglesias, cuyo eventual gobierno ha considerado «igual de imposible que antes de las elecciones. Es un desastre», ha dicho.
El dirigente popular ha insistido en que «la única alternativa» que proporciona estabilidad es «algún tipo de acuerdo» entre el PP y el PSOE, aunque ha lamentado que «mientras esté Sánchez no hay nada que hacer».
A su juicio, Sánchez «es el problema de España ahora. No es de fiar y no tiene capacidad de urdir acuerdos para generar situaciones de estabilidad».
Alonso ha afirmado ver con «preocupación» la situación y no querer un gobierno que dependa de Podemos y los independentistas: «¿Quién va a invertir un duro en España?», ha preguntado, antes de indicar que la formación morada «no inspira confianza», es «populista», tiene «un discurso antieuropeísta» y «quiere derribar nuestro régimen constitucional».
En ese contexto, ha señalado que el líder del PP, Pablo Casado, «tiene que gestionar el tiempo» y ha asegurado que cuenta con su confianza para hacerlo.
Alonso también se ha referido a la propuesta del lehendakari, Iñigo Urkullu, a los partidos vascos de tejer «un cordón sanitario» frente a Vox y le ha replicado: «¿Por qué no hay un cordón sanitario frente a Bildu, que no condena el terrorismo?».
El dirigente del PP vasco ha aclarado que a él no le gusta Vox, pero que la formación de ultraderecha tiene una posición política que «se puede defender» dentro de la legalidad y la democracia.
Tras afirmar no compartir posiciones en favor de ilegalizar partidos como la aprobada en la Asamblea de Madrid a propuesta de Vox y con el apoyo de PP y Ciudadanos, en la que se instaba a ilegalizar los partidos independentistas «que atentan contra la unidad de España», ha puntualizado que con Vox «algunas cosas sí podemos tener -los populares-«, pero «muy pocas» y ha asegurado que una coalición entre su partido y la formación de ultraderecha en Euskadi «es imposible».