Hasta las doce horas de la noche del 17 de noviembre se practicaron controles a 183.838 automóviles y las denuncias impuestas ascienden a 10.121 para esos 9.471 conductores, según ha informado este jueves la Dirección General de Tráfico (DGT).
A lo largo de siete días los agentes llegaron a inmovilizar 169 vehículos después de realizarles un examen rutinario, entre ellos 52 eran camiones, 49 furgonetas y 58 turismos con unas condiciones de seguridad por debajo de las mínimas exigibles.
El operativo tenía la finalidad de revisar si los usuarios en circulación conducían con un estado adecuado de los elementos claves en la prevención de accidentes, tales como neumáticos, alumbrado o ITV, entre otros.
Precisamente, las inspecciones técnicas de vehículos han sido, con 4.457 denuncias, la causa de mayor incidencia, sobre todo por estar caducadas, desfavorables o negativas, y más de la mitad de los turismos y furgonetas sancionados lo fueron por circular sin ese trámite en regla.
Le sigue entre los principales motivos de denuncia el mal estado de los neumáticos, por lo que fueron multados 539 conductores, en su mayoría debido a desgastes en la profundidad del dibujo de la goma menor a los 1,6 milímetros obligatorios, mala suspensión, alienación incorrecta y presión incorrecta.
Las deficiencias en el alumbrado y la señalización afectaron a 414 usuarios, mientras que 211 resultaron sancionados por llevar la placa de la matrícula deteriorada o con problemas para facilitar su verificación.
También fueron interceptados 773 conductores que no llevaban documentación en el momento en el que les fue requerida.
Respecto a los problemas por la carga en el interior del vehículo, 277 camiones y furgonetas circulaban con un peso superior al permitido en función de sus características y 216 lo hacían con un erróneo acondicionamiento.