«Un Gobierno como el que se está intentando formar, con la complacencia secesionista y de alguien que esta condenado por secesión y de alguien que es un terrorista convicto y confeso; eso son palabras mayores que no deseo que sucedan en este país», ha asegurado Aznar.
El también presidente de la Fundación FAES ha lanzado esta advertencia al término de un coloquio que ha mantenido con el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy en el que han analizado el futuro de Europa y las posibilidades de desintegración de la Unión Europa.
Aznar no ha querido concluir la charla sin antes expresar su «angustia y preocupación» por el rumbo de las negociaciones que lidera Pedro Sánchez para formar Gobierno.
«Me encuentro en una situación de máxima preocupación», ha dicho Aznar, quien ha asegurado que, «mientras dure esta situación, mi voz se va a oír: yo no estoy dispuesto a aceptar, ni a ver, ni a vivir la posibilidad de que la nación española se rompa».
Por ello, ha advertido de que si en España se conforma un Gobierno «basado en una coalición radical de izquierdas, en que por primera vez después de la Guerra Civil, los comunistas entran en el Gobierno y que además está garantizado y consentido por el secesionismo, estamos en situación de máximo riesgo y máxima preocupación».
En opinión de Aznar, ante semejante tesitura, los españoles «podremos pedir ayuda y comprensión de nuestros amigos europeos, que la tendremos, pero tenemos que saber lo que tenemos entre manos».
También Sarkozy ha advertido de los peligros de disolución que amenazan a la Unión Europea, no solo por el «brexit», sino por la posibilidad de que prosperen las peticiones de independencia de Cataluña y otros territorios.
En su opinión, «la división es un veneno que cuando empieza no acaba nunca» y así ha considerado factible que después del «brexit», se extienda la independencia por Cataluña, Italia del norte y otros territorios con lo que se certificaría en fin de Europa.
Por ello, ha considerado que «nuestra posición en el mundo, nuestros valores y nuestra democracia estarán mejor salvaguardadas» si reformamos no solo la UE sino también una Alianza Atlántica que miren a futuro y no sea mero reflejo del pasado.
Así, el exmandatario francés ha apostado por reimaginar y reformular Europa para atraer de nuevo a los británicos y hacer Europa relevante en el siglo XXI, en vez de «quedarnos de brazos cruzados viendo cómo se va el segundo motor económico de la UE».