La Fiscalía pedía para los tres hermanos acusados, de 25, 37 y 45 años de edad, dos de los cuales vivían en Arbúcies y otro en Santa Coloma de Farners, una pena de 7 años de prisión por considerarlos autores de un delito de financiación de organización terrorista y una multa de 7.000 euros.
Sostenía en Ministerio Público que todos ellos habían enviado dinero, a través de un intermediario en Turquía, a un cuarto hermano que había ido a Siria y se había integrado en las filas del Estado Islámico.
La sentencia de la Sección Segunda de la AN, concluye que sólo Abdelhak El Jelaly, de 37 años, sabía que otro hermano había ido a Siria y allí se había integrado como combatiente en Dáesh, y que hay prueba suficiente para afirmar que actuó “a sabiendas que el uso, al menos parcialmente, del dinero remitido”, se podría destinar a fines terroristas.
Según declara probado la resolución, un cuarto hermano inició en 2014 un proceso de creciente radicalización que culminó con su integración en la organización terrorista del Estado Islámico, por lo que decidió ir a Siria con su mujer y sus dos hijos menores para hacer la yihad, donde entró en abril de se año a través de Turquía.
De la decisión de incorporarse físicamente a las filas del EI hizo partícipe a su hermano Abdelhak el Jelaly, con quien mantuvo varias comunicaciones por whatsApp, en las que le puso al tanto de sus actividades y le mandó fotos, portando en alguna armamento de guerra.
A través de todo ello, el procesado cobró plena conciencia de la integración de su hermano en EI, sin que conste, según la resolución, que los otros dos hermanos acusados supieran más que únicamente la familia de su hermano se encontraban en Siria.
Según recoge la sentencia, Abdelhak fue quien pidió a sus otros dos hermanos que mandaran el dinero, porque él tenía la documentación caducada y no podía hacerlo personalmente, y entre abril y agosto de 2015 se realizaron dos envíos de más de 2.000 euros.
Otro envío de 1.000 euros no llegó a su destino porque la compañía Western Union lo bloqueó ante la sospecha de que el dinero sirviera para financiar al Estado Islámico.
La pena de 3 años a Abdelhak se fundamenta en que «no se puede considerar acreditado que el dinero enviado lo utilizaran para financiar un acto terrorista concreto».
No obstante, como sí sirvió para la «subsistencia» del hermano que estaba en Siria, la sentencia dictamina que con los envíos aportó «auxilio y apoyo económico para su permanencia al servicio de la organización terrorista Estado Islámico» y de eso “sí era consciente”.
Durante la vista oral, Abdelhak declaró que había mandado dinero con el único objetivo de ayudar a su hermano, que murió la Semana Santa de 2016.
En la actualidad ninguno de los tres hermanos estaba en la cárcel: los dos ahora absueltos fueron puestos en libertad del 1 de agosto de 2017 y Abdelhak salió el pasado 2 de octubre, cuando acabó el juicio que se celebró los días 1 y 2 de octubre.