Según se ha podido comprobar, Marruecos ha aumentado la seguridad en su terreno con la construcción de una valla coronada con alambradas, la construcción de edificios para los militares y agentes que custodian la frontera y la excavación de zanjas para dificultar la llegada al vallado por parte de los inmigrantes.
Estas medidas se han llevado a cabo en los últimos meses y se pueden apreciar en distintas zonas de la línea fronteriza, sobre todo en puntos más vulnerables del vallado.
Mientras tanto, los operarios de la empresa Transformación Agraria S.A. (Tragsa), a los que se les ha encomendado esta labor, no estaban llevando a cabo esta mañana ningún trabajo en la zona como consecuencia de las adversas condiciones meteorológicas.
La lluvia y el fuerte viento reinante han podido influir para que se pospongan hoy estos trabajos que se realizarán de forma progresiva y por tramos a lo largo de los 8,2 kilómetros de perímetro que separan Ceuta de Marruecos.
La especial orografía del terreno, con muchas pendientes, alargarán estas labores que se espera se concluyan en un plazo de diez meses y con un presupuesto de 8,3 millones de euros (9,5 millones para Melilla).
Estas vallas fueron situadas en la zona en el mes de octubre de 2005 como consecuencia de la importante presión migratoria que sufrían Ceuta y Melilla.
En el momento que se procedió al montaje, coincidiendo con la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, también se elevó la altura de la valla que pasó de tres a seis metros.
Las obras de desmontaje de las concertinas se han realizado después de que se efectuaran una serie de trabajos topográficos en el vallado, caracterizado por continuas subidas y bajadas.
Las vallas hasta ahora sólo habían sufrido reparaciones debido a los daños producidos por el clima y los desperfectos ocasiones en los asaltos masivos protagonizados por cientos de inmigrantes subsaharianos.
El ministro del Interior, Grande-Marlaska, ya había anunciado este año que se retirarían las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla en sus tramos «más vulnerables» y las sustituirá con un nuevo vallado que aporte más seguridad al control de estas fronteras pero «sin medios cruentos».
El plan, con un presupuesto de 32.719.236 euros, es susceptible de ser cofinanciado hasta el 75 por ciento de su importe con fondos europeos, a través del Fondo de Seguridad Interior o del Fondo de Asilo, Migración e Integración.
Las concertinas serán sustituidas por otros elementos menos lesivos que no han sido concretados.