En una entrevista ha dicho que muchos de estos diputados se durmieron anoche pensando «si merece la pena» por hacer presidente al candidato socialista, Pedro Sánchez, «cargarse el consenso constitucional», ya que considera que el nuevo Gobierno es en realidad una «coalición ultra» contra el Estado de derecho.
«Creo que esa es la mayor presión y lo demás son aspavientos victimistas», ha concluido a este respecto.
En todo caso, en sendas entrevistas en Cope y Telecinco ha apuntado que no pierde la esperanza «hasta el último minuto» de que algún diputado «demócrata pueda votar en conciencia» y no salga adelante la investidura de Sánchez, aunque lo ve difícil porque EH Bildu ya ha ofrecido «un blindaje ultra» si esto sucede.
También ha criticado la intervención de la portavoz socialista, Adriana Lastra, en la sesión de investidura por llamarles «golpistas» y situarlos «prácticamente como cómplices de los asesinatos machistas» y ha advertido de que si no fuese por la inmunidad parlamentaria sería «material querellable».
Por parte del PP, Álvarez de Toledo ha comprometido una oposición «valiente, racional e integradora» a la altura de la «misión histórica» que cree que le corresponde ahora a su parido para agrupar a todos los españoles que están con la Constitución, al igual que en los años 90 hizo José María Aznar con la derecha.
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