Casado se ha expresado en estos términos durante el acto de entrega de los premios «Populares Alcobendas 2019», que ha tenido lugar en el citado municipio madrileño, en el día en que se ha celebrado el primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno de Sánchez.
Un Consejo de Ministros del que ha dicho que «los que mandan están debajo de la mesa», en alusión a ERC.
Las medidas anunciadas por el presidente en la rueda de prensa posterior, como la subida de las pensiones en un 0,9 por ciento, no contribuirán, según Casado, a la estabilidad de un Gobierno que «durará poco», entre otros motivos porque el PP desarrollará «una oposición vigilante» encaminada a evitar que «haga daño» a los ciudadanos.
Entretanto, según las declaraciones de Casado, «habrá un centroderecha que se estará reconstruyendo y reagrupando para construir una alternativa que mejore el futuro de España».
Por ello, el líder del PP ha hecho un llamamiento a su formación para que sea capaz de tejer acuerdos con otras, entre las que ha mencionado a Cs, pero no a Vox. «Estoy convencido de que en los próximos años seremos capaces de llegar a acuerdos con Ciudadanos», ha recalcado.
Acto seguido ha incidido en un mensaje que ha venido repitiendo desde hace meses: que si las fuerzas identificadas con la derecha política acuden «divididas» a las urnas, a pesar de compartir una «misma idea de servicio» a los españoles, los votantes de este espectro ideológico «no lo entienden» y entonces «la izquierda gana».
Frente a un centroderecha en reunificación y reconstrucción, Casado ha situado al Ejecutivo estrenado este martes al tener su primer Consejo de Ministros.
Lo ha criticado por ser, «más que una mesa» propia de un consejo de Gobierno, «una asamblea de Podemos» y por tener a «los que mandan debajo» de esa mesa: «son los de Esquerra», ha dicho.
Casado ha sentenciado, por tanto, que este miércoles se ha consolidado «un Gobierno contra España».
Se opondrá, ha reseñado, un PP con una «agenda de futuro» y con un tono alejado de la campaña electoral, y a su vez, con unas líneas claras dentro de las que se aprestará a negociar. Esas líneas son las del respeto al Estado de derecho.
Por ejemplo, la renovación del CGPJ. Casado ha afirmado que su partido quiere cambiar el órgano de gobierno de los jueces, pero dentro del marco constitucional y sin «politizar» la Justicia.
Porque de «politizar» es de lo que ha acusado al PSOE y a Sánchez, como a su juicio ha demostrado con la propuesta de que la exministra de Justicia Dolores Delgado dirija la Fiscalía General del Estado, algo que «no tranquiliza».
Se trata, ha asegurado el líder del PP, de un «ataque al Estado de derecho» y de una «amenaza a la separación de poderes», y no de una propuesta «impecable», como ha recordado que la ha calificado Sánchez.
«El PP es un partido de Estado y estará siempre en los procedimientos marcados por las leyes y la Constitución para llegar a algún acuerdo», ha enfatizado antes de advertir al PSOE de que «si quiere politizar la Justicia», no cuente con los populares.
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