En su auto, la juez responsabiliza a una pareja formada por Mohammed A.D., marroquí de 35 años, y Hedangeline Candy A.L., venezolana de 34, de todos los hechos denunciados y les procesa a cada uno por un delito de homicidio o asesinato, tres de detención ilegal, tres de robo con violencia, uno de amenazas de muerte y otro más de estafa.
Además, la magistrada acuerda el procesamiento de A.M.F., actualmente en prisión por otra causa, por delitos de robo con violencia y de detención ilegal sobre la primera de las víctimas, un residente de origen rumano que el 26 de julio del año pasado consiguió salvar la vida después de ser atado, amordazado, golpeado y obligado a dar la clave de su tarjeta de crédito.
En su auto, la instructora ratifica la orden de prisión provisional comunicada y sin fianza dictada contra la pareja y les requiere el pago, en un día de plazo, de una fianza de 100.000 euros para hacer frente a las posibles responsabilidades derivadas de estos hechos.
Para el tercer miembro del grupo, la juez acuerda su puesta en libertad provisional sin fianza, aunque le requiere también el pago de 5.000 euros para responder a su posible responsabilidad en relación a los hechos que se le imputan, una decisión que le permitirá salir el próximo día 31 de prisión al estar programada así previamente su puesta en libertad.
El brutal asesinato de un vecino de Getxo de 54 años dio a conocer el pasado septiembre a este grupo criminal, que operaba en un pequeño eje geográfico entre las poblaciones zaragozanas de Pedrola, Luceni y Gallur y que tenía como víctimas a «corazones solitarios» que buscaban relaciones en la web.
Hasta la muerte de este vecino de Getxo, José Antonio Delgado Fresnedo, los investigadores de la Guardia Civil buscaban a una banda que había atraído hacia su zona a sus dos víctimas anteriores a través de una web de contactos, Badoo, en la que una mujer venezolana se ofrecía para mantener relaciones con hombres.
Estas dos primeras víctimas, un inmigrante rumano de 37 años domiciliado en la Almunia de Doña Godina (Zaragoza) y un vecino de Tudela (Navarra) de 59, consiguieron salvar sus vidas tras sufrir horas de terror y de violencia extrema a manos de sus asaltantes, la mujer que servía de cebo en Badoo y otros dos hombres.
En su auto de procesamiento, la juez, que no descarta la posibilidad de imputación a los detenidos de un nuevo delito de organización criminal ni la participación de un cuarto miembro sin identificar, realiza un breve relato de cada uno de los hechos y establece los nexos comunes existentes entre ellos.
«Como elemento común a todos estos delitos -destaca- es que entre dos y cuatro personas, con unidad de designio, y aprovechando los contactos que la única mujer de la banda conseguía a través de Badoo, planeaban llevar a los varones con los que se citaba a lugares aislados».
Estrella Digital