Robles, en declaraciones a los periodistas, ha afirmado que el Código Penal «tiene que ser muy vivo» y responder «a la realidad social, a conductas que pueden ser o dejar de ser delictivas».
«Hay que ver con normalidad que se pueda estudiar adecuarlo a una realidad concreta y determinada», ha indicado preguntada por esta reforma, y no solo en el ámbito del delito de sedición, sino «en muchas materias».
«Como ministra y jurista», ha continuado esta magistrada de carrera, «la modificación que pueda haber del Código Penal para adaptarlo a la realidad tiene que verse con absoluta normalidad» porque es «la manifestación más clara de una sociedad dinámica».
Y ha recordado que la reforma se llevaría a cabo con la participación del Congreso y del Senado, por lo que todas las fuerzas política pueden dar su opinión sobre el cambio normativo del delito de sedición.
En su opinión, «no hay que tener un inmenso Código Penal», sino uno que «penalice las conductas que verdaderamente tienen reproche social, y eso lo tendrá que decir el Congreso de los Diputados».
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