«Cuando uno no tiene capacidad para imponerse al otro solo se debe pasar al diálogo e intentar llegar a acuerdos», ha afirmado Romeva, que ha dicho no «arrepentirse» de «nada».
En su comparecencia, Romeva ha tachado al 155 del «mayor error político de la democracia» y de un acto de «cobardía».
«Los que aplicando el 155 pensaron que nos encerraríamos en nuestra concha, pero se equivocaron. Aquí seguimos. Sabemos que el camino no es indoloro, pero también es un camino irreversible», ha dicho.
El exconseller, preso en Lledoners, que ha dicho reconocer que aún no han «conseguido» su meta de la república independiente, ha señalado en la misma línea que el exvicepresidente Oriol Junqueras pocos minutos antes que seguirá disponible para persistir en el objetivo «en el formato que sea».
Por otro lado, Romeva ha llamado hecho hincapié en el hecho de que quienes aplicaron el 155 ya no están en política, en referencia, principalmente, al expresidente Mariano Rajoy y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
«Se nos apartó de las instituciones, pero que nadie dude que seguiremos haciendo política para hacer realidad la aspiración de construir una república para todos», ha proseguido.
«Como demócrata y republicano siempre se me encontrará en todos los espacios que comporten hablar, dialogar, trabajar por acuerdos, ya sean fáciles o difíciles», ha añadido.
Romeva, que ha defendido el trabajo de las «embajadas» catalanas en el extranjero, ha hecho mención al aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz y ha señalado que él condena «las represiones en todo el mundo» y «no solo la de víctimas con sangre catalana».
Por parte de los grupos, Francesc Dalmases, de JxCat, ha reprochado que «el bloque del 155 no sólo no haya querido ir a verle a la prisión, sino que ni siquiera ha querido a venir a escucharle aquí en el Parlament».
Jordi Orobitg, de ERC, ha advertido que el Gobierno español actual «ha perdido el control de los aparatos represivos» del Estado, mientras que Marc Parés, de Catalunya En Comu Podem, ha agradecido que Romeva apoye la etapa de diálogo que esperan «que sea fructífero» así como la necesidad «de construir mayorías mucho más amplias».
Desde la CUP, Carles Riera ha agradecido a Romeva que siga siendo «un referente moral y político que hace de espejo a un Estado represor».
En respuesta a los grupos, Romeva ha explicado que hace tiempo que tiene en la cabeza una cifra, la del año 2030, porque: «Si hay alguna razón que me motiva a tener un Estado propio es la de disponer de instrumentos para luchar contra un reto global como es el del cambio climático».
También ha dicho que los esfuerzos que realiza el Ministerio de Asuntos Exteriores para tratar de neutralizar la acción exterior catalana acaban provocando un efecto contrario y contribuyen darles más visibilidad.
Asimismo, ha hablado de que en su caso «se impone la amnistía» que, ha dicho, «es al final como se resuelven los conflictos a escala internacional».
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