«Hubo 1,1 millones de personas que optaron por Inés Arrimadas como alternativa, y desgraciadamente fueron votos tirados a la basura (…) Apelamos a quienes pensaban en Ciudadanos como una alternativa al independentismo para que vengan al PSC», ha dicho en una entrevista en La Xarxa.
Para Granados, la posible alianza entre Cs y PP -y con otros actores de la «derecha»- refuerza el papel de los socialistas como la mejor opción para los votantes no independentistas que se sientan progresistas.
En cualquier caso, la dirigente socialistas ha descartado reeditar un «tripartito» similar al que gobernó Cataluña en la década del 2000, dada la radicalización de ERC.
«Ojalá pudiéramos tener una ERC que priorizara los derechos de todos los catalanes y no la guerra de banderas», ha resuelto.
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