Esta iniciativa, que requiere la modificación del decreto de convivencia 32/2019 de 9 de abril, complementa la prohibición del uso del teléfono móvil en las aulas que el Gobierno regional anunció el pasado mes de diciembre.
Los centros, dentro de su autonomía y su capacidad de gestión, serán los encargados de determinar cómo aplicar esta medida.
Entre otras posibilidades, los centros pueden optar por taquillas para depositar los móviles, dejar los dispositivos en el aula cuando los alumnos estén en el recreo, apagar el móvil al entrar en el colegio o establecer sanciones por usarlo cuando esté prohibido.
La modificación del decreto de convivencia se llevará al Consejo Escolar y, posteriormente, será aprobada por el Consejo de Gobierno.
Desde el comienzo de esta legislatura, la Comunidad de Madrid trabaja en la limitación del uso de los teléfonos móviles en los centros educativos, excepto en aquellos casos en los que el uso esté expresamente previsto en el proyecto educativo y con fines didácticos y para alumnos que los necesiten por razones de salud o discapacidad.
De esta forma, el Gobierno regional reafirma su compromiso con el uso responsable de las nuevas tecnologías con el objetivo de mejorar los resultados académicos de los alumnos, especialmente de los que tienen mayores dificultades para el estudio, y luchar contra el ciberacoso y el ‘bullying’ en los centros escolares.
Esta medida es fruto de la preocupación por el uso de las nuevas tecnologías por parte de la población adolescente y juvenil, que cada día es más amplio, han señalado desde el Departamento que dirige Enrique Ossorio.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la mitad de los niños de 11 años tiene teléfono móvil, el 75 por ciento de los de 12 años y el 94 por ciento a partir de los 15 años.
El estudio «Seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles» realizado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) y la empresa de telecomunicaciones Orange, el 88,6 por ciento de los encuestados admitía realizar fotografías con su teléfono y un 48,2 por ciento las enviaba a sus contactos.
Además, el 11,5 por ciento ha accedido a imágenes de peleas con personas del entorno.
Este fenómeno de grabar agresiones entre menores y colgarlas luego en Internet recibe el nombre de ‘happy slapping’.
La prohibición de la utilización de los teléfonos móviles en horario lectivo en todos los centros sostenidos con fondos públicos de la región es una de las 155 medidas incluidas en el acuerdo alcanzado entre el PP y Ciudadanos para conformar un Gobierno de coalición en la Comunidad de Madrid.
Estrella Digital