Así lo han asegurado los portavoces de las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, tras reunirse con Iglesias y la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Yolanda Díaz, a quienes han transmitido la situación de crisis que atraviesa el campo, motivo por el que llevan cuatro semanas protagonizando protestas en distintos puntos del país.
También han coincidido en apuntar, en declaraciones a los medios de comunicación, que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación debe liderar una futura mesa interministerial sobre los problemas del campo, en la que estarían representadas también las carteras de Seguridad Social, Trabajo, Hacienda, Consumo, Transición Ecológica y Asuntos Exteriores.
El presidente de Asaja, Pedro Barato, ha destacado el tono «cordial» del encuentro, que se ha visto salpicado por la polémica después de que las organizaciones agrarias fueran desconvocadas la semana pasada a última hora para una reunión similar a la de hoy pero a la que sí fueron llamados finalmente los sindicatos.
El secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha explicado que «el propio vicepresidente se ha hecho eco de las reclamaciones de los agricultores, nos ha dicho que el Gobierno es sensible al problema grave que tenemos y comparte nuestra preocupación, por lo que van a facilitar la adopción de medidas».
El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha resaltado que el Ejecutivo dice haber «entendido el mensaje» lanzado por el campo y confía en que se aprueben medidas concretas en «pocos días».
Fuentes de la Vicepresidencia segunda han calificado esta primera toma de contacto con las organizaciones agrarias de «muy satisfactoria» y han avanzado que Iglesias transmitirá al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el interés de estas entidades en reunirse personalmente con él.
De acuerdo con estas mismas fuentes, Iglesias ha destacado durante este encuentro el esfuerzo realizado por Agricultura y Asuntos Exteriores en defensa de la Política Agrícola Común (PAC) a nivel comunitario, y ha insistido en que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) no es el principal problema del campo, sino los precios «tan poco competitivos» que se pagan en origen.
Las organizaciones agrarias han tenido una intensa jornada ya que antes de esa reunión en el Ministerio de Trabajo acudieron al Congreso de los Diputados para mantener encuentros con PSOE, PP y Ciudadanos.
Han pedido a los grupos políticos que apoyen la tramitación urgente de los cambios legales que prepara el Gobierno, entre ellos, la modificación de la Ley de la cadena alimentaria.
También han demandado una rebaja de las cuotas de la Seguridad Social para compensar el aumento del SMI y han pedido que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación haga de interlocutor principal con las organizaciones agrarias.
Barato ha señalado que han obtenido el «respaldo» de los grupos para sacar adelante cuanto antes la reforma de la ley de la cadena alimentaria y solo quedaría que el Gobierno «concrete los puntos para negociar».
Según Blanco, han reclamado saber «exactamente hasta dónde llega el compromiso en contratos, costes, precios y márgenes comerciales».
Ramos ha considerado que «las grandes movilizaciones están empezando a dar sus frutos», mientras espera que se planteen en los próximos días distintas propuestas de reales decretos.
La portavoz del grupo parlamentario socialista, Adriana Lastra, ha señalado en un comunicado que ha trasladado «el apoyo de los socialistas al sector agrario», subrayando «la actitud de diálogo y respuesta tanto del Gobierno, como del ministro Planas y del PSOE».
La diputada del PP Elvira Rodríguez ha explicado a los periodistas que analizarán las medidas propuestas, algunas de las cuales se pueden impulsar a corto plazo.
También ha escuchado las reivindicaciones de las organizaciones la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, presente en la reunión de su grupo.
El conflicto ha sido tratado en el Consejo de Ministros y la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha asegurado que el Gobierno «está escuchando» al sector primario y lo apoyará para superar esta crisis.
Mientras todo esto ocurría en Madrid, miles de agricultores extremeños, gaditanos y almerienses han protagonizado actos de protesta en diferentes carreteras.
En concreto, en Extremadura, han colapsado las autovías A-5 y A-66 en una protesta «histórica», según la han calificado los convocantes, en defensa de unos precios justos.
En Cádiz, más de un centenar de tractores y miles de productores han hecho una marcha por carretera en la sierra para defender un «campo vivo» mientras que en Almería han cortado la A-7, a la altura de El Ejido, con la quema de cajas y el lanzamiento de productos agrícolas, pidiendo más rentabilidad y controles a las importaciones.
Está previsto que esta dinámica de reuniones y movilizaciones continúe en los próximos días, completando así la cuarta semana de una de las mayores protestas del campo español que se recuerde.
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