Álvarez de Toledo se ha expresado así en una interpelación que el PP había dirigido a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, si bien ayer, a última hora, el Gobierno decidió que la iniciativa sería respondida por la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, lo que molestó a los populares y provocó que la portavoz parlamentaria ignorase a esta última y se dirigiese, en todo momento, a la vicepresidenta primera.
A esta falta de reconocimiento, la ministra de Política Territorial ha respondido que «la indiferencia» no le afecta y, por tanto, ella sí se iba a dirigir directamente a la portavoz del PP «por respeto» y «con educación».
En su respuesta, Darias ha dicho al PP que no le pedía «un cheque en blanco» sobre Cataluña pero sí que practicara la «lealtad al país, la responsabilidad y la altura de miras» porque una mayoría de catalanes quieren el reencuentro y el acuerdo.
Darias también ha lamentado que Álvarez de Toledo, diputada del PP por Barcelona, esté aquejada de «miopía política», ha recordado a los populares que «imponer es perder» y les ha dejado claro que siempre es «más fuerte quien dialoga».
La titular de Política Territorial ha lamentado que el PP esté «absolutamente descolocado» y ha asegurado que al Gobierno le gustaría que los populares formasen parte de la solución y volviesen a ser un partido responsable.
No obstante, ha dejado claro que el Gobierno no se va a resignar y va a buscar el acuerdo en la mesa de diálogo. «Aunque no lo haya, vamos a seguir buscándolo», ha remarcado.
En su intervención, la diputada del PP ha insistido en que la mesa de diálogo es «una traición» a Cataluña, y ha reprochado al Gobierno «no sólo que abandonen a los constitucionalistas sino que les dejen a los pies de los caballos nacionalistas, víctimas de la xenofobia y del discurso del odio».
«Los catalanes demócratas son los grandes perdedores de este proceso» ha señalado la portavoz popular, al tiempo que ha cuestionado la empatía del Gobierno con los constitucionalistas de Cataluña.
Álvarez de Toledo ha reiterado que la mesa bilateral es la «absorción del socialismo por parte del nacionalismo». Un proceso, ha dicho, que precede a la irrupción de Podemos y solo se explica por «las ansias de poder del señor Sánchez».
Y ha aventurado un «pacto mefistofélico»: «A cambio de la Moncloa, entregamos el País Vasco al PNV y Cataluña a ERC».
Pese a este escenario, la portavoz ha desistido a llamar a los diputados y barones socialistas a «una rebelión imposible» y ha acusado al Gobierno de ser cómplice de «un entierro». «Lo que se entierra hoy en La Moncloa es la izquierda española. Hay que enterrar a los muertos».
Por su parte, fuentes populares han informado de que esta es la segunda vez que la vicepresidenta primera elude contestar a una interpelación del PP. La primera fue en septiembre de 2019.
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