En un acto de partido en San Juan del Puerto (Huelva), el también y secretario de Organización del PSOE ha valorado la «pasión» como elemento necesario para «introducir cambios», ya que «se traduce en audacia a la hora de la acción» para «resolver problemas, necesidades y dar esperanza y seguridad a la gente».
Como ejemplo de esa audacia ha señalado el hecho de que el Gobierno haya intervenido en el libre mercado: «Antes hablar de intervenir en precios era tabú, pues sí se puede intervenir, en este asunto y en otros».
Ábalos ha lamentado que haya quienes no estén a favor del diálogo en el conflicto catalán, ya que, «si no se dialoga, no se puede hacer un ejercicio democrático y hay autoritarismo».
En este sentido, el ministro ha criticado el actual «ambiente de crispación en el que falta el respeto» y ha dejado claro que «cuando a uno no lo respetan hay que hacerse respetar» y que lo harán «gobernando y llevando adelante las políticas por las que la gente confió en nosotros, tomando las medidas necesarias, encarándolos desde la posición de cada uno y posibilitando espacios de reencuentro».
Ante este escenario, ha lamentado que «la derecha reacciona de modo tremendo», que «se traduce en agresividad en las formas, tras la cual no hay fortaleza sino mucha debilidad, porque si se observa cómo está la derecha, no da miedo».
«El PP no termina de saber dónde tiene que estar, es una formación muy acomplejada por Vox; Ciudadanos que venía a regenerar se ha disuelto como un azucarillo, se trata de un partido en fase de liquidación en el que Inés Arrimadas es la liquidadora concursal de algo que entró en quiebra y van a acabar en el PP, están en el mismo discurso, a ver quién es más ultraderechista», ha sostenido.
Ábalos ha abundado en sus críticas a la derecha por su «debilidad política, su ausencia de proyecto y su incapacidad para entender la España de hoy y dar respuesta a sus problemas», y ha asegurado que los socialistas van a «trabajar con toda la audacia y con todo el valor» y para «contentar a los de siempre, ni a ser sumisos, sino a gobernar».
Se ha referido a las próximas campañas electorales y ha señalado que en Galicia «Núñez Feijóo pretende aparentar que no es del PP», en el País Vasco «en el PP es más fácil dimitir por moderado que por corrupto», y en Cataluña, los populares no quieren ir con Ciudadanos, porque lo consideran tóxico».
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