«Galicia tiene nombre de mujer», ha reiterado Núñez Feijóo, que ha aprovechado la ocasión para agradecer «hoy y cada día» a todas las personas que trabajan por la igualdad real entre hombres y mujeres en este territorio, además de reservar un recuerdo especial para todas las madres, dado que «sin ellas nada existiría».
El presidente gallego ha señalado que, aunque «muchas veces falta» acuerdo entre los partidos políticos en este tipo de cuestiones, existe un pacto de Estado alcanzado por consenso en esta materia y que marca la igualdad como un «progreso hacia el que caminar» con una «fuerza imparable».
«Es cierto que llevamos un gran camino andado», ha manifestado Núñez Feijóo, que no por ello ha obviado dificultades que las mujeres enfrentan en el día a día en aspectos como la penalización de sus carreras profesionales por el hecho de decidir ser madres, la dificultad para articular formas de conciliar, la asunción del peso de los cuidados o el continuo escrutinio de su imagen.
Asimismo, ha considerado un «error imperdonable» que se pueda «excluir a la mitad de la población de una lucha en la que tenemos que estar todos» y ha llamado a que los hombres también se impliquen en «rechazar comportamientos machistas y apostar por la igualdad».
«No queremos lamentar ni una sola víctima más», ha agregado el presidente gallego sobre la vertiente más extrema de esta desigualdad, una violencia de género cuyo combate desde la Xunta -ha remarcado- es totalmente firme con medidas como personarse en cada procedimiento penal que se abra por esta causa, las ayudas económicas a las víctimas o el refuerzo de los servicios de atención.
En su discurso, Núñez Feijóo ha referido que Galicia se halla «a las puertas de una nueva década», en la que la igualdad deberá tener un «papel preponderante» para poder contar con una sociedad «más justa» y equitativa.
«Galicia no solo tiene nombre de mujer, es mujer», ha recalcado, antes de concederle el mérito a todas aquellas gallegas que sostuvieron a esta tierra en el siglo XX «en los años de emigración, en los años de pobreza, mientras los hombres salían fuera» a buscar trabajo y mayores ingresos.
«Con todas ellas, con las mujeres que en muchas ocasiones nos sacaron adelante solas, tenemos una deuda impagable», ha rematado.
El acto institucional ha contado con madres de varias mujeres de éxito en la Galicia contemporánea para conocer su historia y loar la educación que les concedieron.
La ceremonia ha estado conducida por la presentadora Silvia Jato, que ha salido al estrado entre lágrimas tras escuchar el testimonio de su madre, a quien le ha agradecido que, ella, como otras mujeres, pueda ser hoy un «referente» en Galicia.
Además de Jato han participado en este acto tres jóvenes gallegas de diferentes disciplinas: la artista Abi Castillo, la atleta Ana Peleteiro y la pianista Isabel Pérez Dobarro -encargada de cerrar el evento con un breve recital-; quienes han charlado con la presentadora acerca de la figura de sus madres, el papel que desempeñaron en sus carreras y la importancia de otros referentes femeninos en su vida.
También ha participado en el acto la octogenaria actriz Benedicta Sánchez, recientemente premiada con el Goya por su primer papel en el filme «O que arde», sobre la que ha hablado su hija y que, ya sobre el escenario, ha realizado varias aportaciones desenfadadas sobre sus peripecias vitales, sorprendentemente modernas para una persona de su edad.
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