El departamento que dirige Robles ha homenajeado este lunes a tres mujeres y tres hombres dedicados a la ciencia en un acto celebrado en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), puntero en esta tecnología y que colabora con las principales agencias espaciales del mundo, como la NASA o la ESA.
Han sido el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque; el profesor del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, Mariano Barbacid; la directora de este centro, María Blasco; la investigadora del Instituto de Física de Cantabria Alicia Calderón; el profesor del CSIC Álvaro Giménez, y la doctora en Física del INTA María Dolores Sabau.
Tras recoger la distinción, Barbacid ha aprovechado la presencia de dos ministros para destacar que una de las áreas que más ha sufrido durante la crisis ha sido la ciencia. «Es importante que nuestro Gobierno haga todo lo posible por recuperar el tiempo perdido».
Porque, según el oncólogo, España podría perder «dos generaciones de investigadores». «El futuro es de los jóvenes y, si no les apoyamos, no tendremos futuro», ha dicho para añadir que «una España sin ciencia y tecnología punteras nunca llegará a ser la España que queremos».
El ministro Duque, tras recibir la distinción, ha destacado que la relación entre la ciencia y lo militar «siempre ha sido muy estrecha». De ella, ha añadido, han salido algunos de los avances más importantes de la historia.
Duque ha hablado también de la inversión en I+D recordando la promesa de que esta legislatura llegue a la media europea, el 2,1% global (teniendo en cuenta la privada y la pública), cuando actualmente España esta en un 1,2% tras una continua disminución en los últimos doce años.
«Tenemos un déficit importante que tenemos que ir cubriendo», ha resumido el ministro.
La ministra de Defensa ha coincidido en que la ciencia ha sido «una de las grandes perjudicadas» de la crisis. «Muchas veces se os regatea medios», ha dicho ante un auditorio de militares y científicos, y ha destacado que en la actual crisis del coronavirus se demuestra su utilidad.
«España tiene que hacer una apuesta por la ciencia, la innovación y la tecnología, y también por la seguridad y defensa», ha dicho.
«Sin ciencia no hay futuro», ha coincidido la doctora Calderón, que trabaja buscando materia oscura en el Gran Colisionador del Centro Europeo de Física de Partículas (CERN), y ha agradecido a las Fuerzas Armadas su trabajo «tan importante y difícil».
Para el doctor Cañete, que trabajó en el INTA durante su carrera, «la cooperación de los científicos con las Fuerzas Armadas es permanente, pues ambos necesitan los mismos ingenieros, la infraestructura y el acceso al espacio».
En este centro trabajó 35 años desarrollando instrumental científico la doctora Sabau, que ha considerado al INTA «piedra angular clave en las investigación aeroespacial».
Prueba de ello es que controlará el satélite óptico español, Ingenio, y colabora con la NASA en la próxima misión a Marte con el explorador «Perseverance» dotándolo de un sistema de medición meteorológica.
Precisamente un investigador de ese proyecto ha conectado desde California (EEUU) con el INTA para agradecer a España su aportación al proyecto y destacar la importancia de esta colaboración internacional «en un mundo en el que parece tan difícil colaborar».
También han contactado con el edificio de Torrejón de Ardoz (Madrid) dos militares y dos científicos que están en estos momentos en la base antártica Gabriel de Castilla y que suponen una prueba más de la cooperación cintífico-militar.
Entre ellos el jefe militar de la base, el comandante, Joaquín Nuñez, para quien «aunque la Antártida es un lugar frío, la cordialidad ente científicos y militares le da el calor suficiente para que no se note ese frío».
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